Cuando la mayoría de la gente de Barcelona y alrededores se encaminaba hacía el fórum para el último día del Primavera Sound, nosotros cogíamos el coche con dirección Manresa donde se celebraba el XD Festival.
No en vano, nos tira más el rock que el indie, que no deja de ser el Hacendado del pop. Aunque a priori los grupos no eran de mis preferidos, si nos quejamos que en Catalunya no se hacen festivales de este tipo; cuando se hace uno hay que apoyarlo y no empezar con remilgos sobre el cartel. Así que con un poco de retraso nos plantamos en la sala Stroika de Manresa para el principio del concierto de Anti-patiks.
Alrededor de las nueve de la noche nos encontramos con la banda catalana sobre el escenario, con una cantidad más que aceptable de público para la hora. Lo primero que pudimos oír fue “Barcelona es una merda” (Barcelona es una mierda) y 
para qué negarlo, captaron mi atención con esa frase. La primera canción que les escuche interpretar fue "Mauthausen Valles" y puedo decir que la banda sonaba muy bien. Para quien no les conozcan hacen punk cantado mayoritariamente en catalán. Nuevamente entre canción y canción, Uri, su frontman, volvió a las bromas con el público. En esos juegos algún espectador le tiró una chancleta y él sometió a votación del resto si se la devolvía o la tiraba a la (cercana) vía del tren, con el resultado que os podéis imaginar. “Ahora si no la tiro quedo como un jipi”.
Entre canción y canción, muchas de ellas desconocidas para mi, pudimos comprobar que el grupo se siente muy cómodo sobre las tablas. Tan pronto ponían al público a corear “La pegatina tortura y asesina” como les contestaban “Muy bien, pero hay mucho traidor que luego aquí lo petan”. En una de sus performances, invitaron a alguien del público a subirse al escenario para romper un original del nuevo CD de Manel. Es una alegría ver que se puede cantar y tener una actitud punk sin tener que recurrir a los tópicos de “anarkia y birra fría”. Con “¿Cuánto llevamos? Que tocar más de media hora es romper el código, es de jipis”, dieron paso a la última canción: “On vas! Que fas!” y se bajaron de las tablas mientras sonaba la Marsellesa por los altavoces. Pese a no conocerles prácticamente, puedo decir que me gustó tanto su música como sus formas. Invito a todo aquel que no los haya escuchado a buscar algo de ellos en myspace, donde tienen algunas de sus canciones.
Con el tiempo justo para pasar por la barra, refrigerarse con lúpulo, y ver que los precios eran los correctos nos dirigimos al segundo escenario para ver a Habeas Corpus. Empezaron con una intro muy potente que prometía que lo pasaríamos 
bien. Salieron muy fuertes, en la primera canción, “A sangre y fuego”, MARS ya pasaba el micro al público. Tras la segunda, "Dios es una ilusión", saludo en catalán al público y directos a por “Fanáticos Católicos” que sonó como un trueno. Mars estaba con muchas ganas y no paraba quieto ni un segundo sobre el escenario. Uno de los momento de la noche fue cuando él nos recordó que antes (los catalanes) éramos un pueblo combativo. “Para todos los catalanes ejemplo de lucha a lo largo de la historia. Quema de conventos, ataques a la burguesía. De verdad ¡Por vosotros! Vamos a acordarnos del 'conseller' de Interior: Nos estáis obligado a sentir cada vez más odio" y para seguir reivindicativos “La rabia y los sueños”.
El concierto iba a buen ritmo y se estaba haciendo muy ameno. Buen sonido, buen ambiente y la banda dejándoselo todo, poco más se podía pedir. “Distancia”, una canción más tranquila sirvió para que todos cogiéramos un poco de aire para el pogo bestial que se venía encima en "Perdimos la ocasión". Otros de los momentos de la noche fue cuando la banda recordó sus primeras veces tocando en Catalunya y se acordó de Laura de la CNT, que se enfrenta a 30 años de cárcel por quemar unos billetes falsos delante de la bolsa. Para ella fue “sois ejemplo” Y también llamaron “A las cosas por su nombre”: “La bandera española es fascista, Convergencia i Unió es fascista”. En “Mano de hierro” vimos a Chifly subido a la mesa de sonido y en "fascismo nunca más", directamente él y Víctor fueron manteados por el público.
Gran concierto de los madrileños. Muy sueltos sobre las tablas, muy sólidos como grupo y sacando un buen sonido. En definitiva, están en un gran momento y vale la pena acercarse a verles si se tiene la oportunidad. Y lo dice alguien que nunca les ha tenido entre sus grupos favoritos.
Aprovechando la pausa entre grupos, fuimos a por algo para cenar, algo para bajar la cena y nos colocamos en una posición relajada para ver a los Chicos del maíz. Esta era la tónica general entre el público, no se veía una gran expectación por verlos. Que de 6 grupos, uno sea de Hip Hop da que pensar en qué estado se encuentra el rock nacional.
De la actuación de los raperos poco puedo aportar. El Hip Hop no es mi estilo, no por no haberlo escuchado, si no porque por más que lo escucho pocas canciones logran atraerme. De los chicos en concreto puedo decir que a nivel de letras están 
por encima de la medía de grupos españoles, pero a nivel de “bases” adolecen del mismo problema que el resto: Monotonía y simpleza. Entre sus letras se cuela algún guiño a Eskorbuto "no quedan más cojones chikos del maíz elecciones", y es que no en vano si destacan por algo es precisamente por su faceta política y comprometida, en ocasiones trabajadas en ocasiones fáciles.
Y por fin el plato fuerte de la noche. El que más ganas despertaba, por la novedad del asunto: Narco y Reincidentes, juntos y revueltos, la Sevilla del diablo. Tenía mucha curiosidad por saber cómo se organizaban las cosas ¿Sería un constante cambio de papeles? ¿Turnos muy marcados? ¿Cada uno en el sitio del otro?
Para empezar a ver de qué iba la cosa salió Narco al escenario. Empezaron con “a tomar por culo el mundo” y “siempre enmarronao”. Enseguida pudimos ver que el sonido no era tan bueno como en los otros conciertos y las voces sonaban peor. Pronto llegó uno de los temas más coreados, “Son ellos”, y seguimos con botes y más botes en "Vizco" para desatarse la locura con “tu dios de madera” mientras Vikingo repartía JB a las primeras filas. Esta parte del concierto fue impresionante. Los Narco dieron caña y más caña al son de sus mejores temas. Para seguir de subidón empalmaron con “La hermandad de los muertos”. Cerraron esta primera parte con “estrellas en el pecho” y “seke 6”. ¿Y dónde estaba Reincidentes? ¿Dónde la Sevilla del diablo? Pues toca esperar...
Tras un rato para cambiar llego el turno de Reincidentes. Es curioso que en una gira conjunta tengan que cambiar de instrumentos, pero bueno, prosigamos... Empezaron con “¡Ay! Dolores”, un tema algo extraño para iniciar el concierto. Luego dos de las nuevas, “buenos tiempos” y “la republicana” siempre bien recibida por el público. Y de dos nuevas a dos auténticos himnos, “Si el INEM te quema” y “la historia se repite”. Reincidentes han vuelto. No son los del Algazara y no lo volverán a ser nunca, pero distan mucho de esa degeneración que se arrastraba sin ganas sobre los escenarios ofreciendo 9 de cada 10 conciertos malos. En el último año y medio les he visto varias veces. La mayoría buenas o muy buenas y en todas ellas, hayan estado mejor o peor, han defendido sus canciones con ganas y con tablas. Respetándose a sí mismos, a su nombre y a su público. Dicho esto y volviendo al concierto propiamente dicho, nos pegamos unos buenos bailes con “cucaracha blanca”, sin olvidar la parte combativa en “Yo acuso”. Otra de las nuevas, “La ciudad de los sueños”, dio paso a otro pack de himnos del rock urbano que cerró la actuación. “Resistencia”, “un día más” y “aprendiendo a luchar”. Después de esto se volvieron a retirarse del escenario y estuvieron un rato más para volver a cambiar.
Finalmente pudimos ver a la Sevilla del diablo como tal en el escenario. Los dos grupos más representativos del rock sevillano hechos uno sobre un escenario. Iniciaron con "huracán", después "DJ Muerto", sin Fernando. Las canciones sonaban más con el estilo de Narco que con el de Reinci, siendo en mi opinión "Yaveh se esconde entre las rejas” la que mejor quedó. Tras el enésimo parón todo el turno de las canciones más al estilo de los punk-rockeros con temas como "vota nadie", "grana y oro", "nazis nunca más"... de esta parte del setlist destacaría "rip rap" que fue en la que más se pudo notar la mezcla de estilos.
La verdad la Sevilla del diablo me dejó una sensación agridulce. No es lo que me esperaba, más que un vaivén de estilos y músicos sobre el escenario es la suma de dos conciertos de las bandas y de uno conjunto, pero sin llegar a mezclarse del todo. Además el setlist me parece mal elegido. Quitando “vicio” y “jartos d'aguantá”, cada banda interpretó sus mejores temas por su cuenta, y esto le resta mucho potencial a la parte conjunta. Por separado me gustaron más que juntos.
Haciendo balance de todos los conciertos y de la organización el resultado es positivo. Buenos grupos, buenos conciertos en general y ganas de que el año próximo podamos volver a la Stroika a ver la segunda edición de este festival.
Ya fuera de la crónica me gustaría agradecer a Cristóbal por su trabajo para acreditarnos con tan poco margen.
- Javi Avendaño
