Con Los Chikos del Maíz y Habeas Corpus posando juntos en el escenario y de fondo un millar de puños en alto se ponía el punto final a un concierto inolvidable, un concierto necesario, una noche de esas que quedan grabadas en las retinas y los oídos.
Pero vayamos por partes. Nos acercábamos a la sala-discoteca Penélope aún con la pequeña, pero racional, incertidumbre de no saber si estaría tomada por las fuerzas de seguridad del Estado en una nueva muestra de intransigencia, como ya ocurriera no hace mucho con el Irreductibles Fest (donde también actuaban Habeas Corpus y Los Chikos del Maíz) o con Soziedad Alkoholika.
Por suerte ni rastro de ellos, y como siempre, ni un solo incidente. Los aledaños del local presentaban, aparte de una tremenda fila para entrar, un enjambre de personas deambulando de aquí para allá, lo que confería a la espera ese gustillo a concierto “grande”, y no era para menos pues no eran pocos los que desesperados buscaban a alguien que le sobrase una entrada, ya que en taquilla habían colgado el cartel de Sold Out.
Tras entrar, lo primero que llamó mi atención, esperaba algo diferente, fue que en apariencia el público parecía más rockero que rapero y mi error quizá consistía en pensar que la proporción estaría más igualada teniendo en cuenta el dulcísimo momento por el que pasan Los Chikos del Maíz.
Unos minutos de espera en los que acomodar pies y garganta, amenizados por clásicos del hardcore, del rap-metal y con el DJ en escena pinchando temas discotequeros, se apagaban las luces y comenzaba la intro para dar la bienvenida a Habeas Corpus.
El primero en salir a escena fue Iker, el batería, seguido por Víctor, MARS y Mr. Chifly. Tomaron posiciones y arrancaron con el grito twistedsisteriano “I wanna Rock”. Daba comienzo “Consumismo”, que con sus primeros coros ya conquistaba a la audiencia. Destacar que desde este instante hasta el final el sonido fue magistral, salvo unas pequeñas partes de guitarra que luego mencionaré, y que la voz se entendía perfectamente, algo que siempre se agradece pero que en este caso se hacía totalmente necesario.
Sin dejar que acabase definitivamente el tema inicial tocaron las primeras notas del “Walk this way” de Run DMC, en uno de los numerosos guiños que hicieron, y enlazaron rápidamente con la segunda de la noche: “ H.C. Grupo de riesgo”, con todo el mundo botando ya entregado. En la siguiente, “En el punto de mira”, MARS aprovechaba para presentar a Mr. Chifly mientras Víctor y su bajo seguían sin parar un segundo, salvo para hacer los coros, en los que estuvo fenomenal. Llegamos al primer breve momento de descanso tras las tres primeras sin tregua, y el vocalista nos recibía en nombre de la banda con un “Bienvenidos todos y todas. Un placer estar en nuestra ciudad” y nos comentaba la reciente publicación de “20 años de rabia. 20 años de sueños”, su nuevo disco que recopila quince de sus canciones más emblemáticas que han 
jalonado y dado lustre a estas dos décadas de trayectoria y en el que colaboran multitud de compañeros y amigos. Uno de ellos, Bene del grupo Mentenguerra, fue invitado a subir y cantar en el siguiente trallazo: “La realidad hace daño a la vista”. En este momento pensaba que la situación era más que propicia para ver desfilar por el escenario a unos cuantos de los colaboradores del disco, pero no fue así. Quizá hubiera estado bien aunque no es menos cierto que quizá distrajeran la atención de lo verdaderamente importante.
Con un MARS pletórico de voz se continuaba con “No en mi nombre” antes de llegar a uno de los momentos, muchos por otra parte, álgidos de la noche: “A las cosas por su nombre” en la que el respetable botaba más si cabe y respondía al unísono la parte de “aquel que se mueva, no sale en la foto” y pogueaba entre los gritos de “¡fascista!”. MARS ponía la puntilla al tema con “Cada día más cerca de derribar la monarquía española. Más que un deseo, una necesidad”. Momentazo.
Con “La calle está llena de pistoleros” han retomado una vieja canción que, creo, hacía mucho que no tocaban en directo, para deleite de muchos, como yo, que me pasé años reclamándola en los repertorios. La han cambiado y no suena como en “Sociedad mecanizada”, pero mantiene su brutal esencia. Y sin un solo segundo de espera enlazaron con “A sangre y fuego”, que le queda que ni pintao, y el cantante pide al público el primer circle pit de la noche. Es aquí cuando en un momento la guitarra de Chifly sonaba demasiado alta en las notas limpias, pero nada de qué preocuparse y por supuesto nada que embarrara la soberbia actuación del excepcional guitarrista durante toda la noche.
“El enemigo se llama PP, PSOE y las demás opciones que van a las urnas” presentaba el temón “Cada vez más odio” y que a su término dedicaron a la persona más nombrada esa noche, la delegada del gobierno Cristina Cifuentes. El calor reinante de la primaveral tarde madrileña se convertía ya en un infierno, especialmente para los músicos bajo la iluminación de la sala. En la siguiente, antes de empezar, MARS ya pedía circle pit y hablaba con la primera fila y Chifly empezaba a vacilar con las notas del clásico de Siniestro Total “Bailaré sobre tu tumba”, y con la dedicatoria a la recientemente fallecida Dama de 
Hierro Margareth Thatcher descerrajaron “Mano de hierro, guante de seda” para delirio del personal y para que se formara un enorme pogo en el centro del local. Seguían, pidiendo un wall of death al que se apuntaron Nega y Toni de Los Chikos del Maíz, con “Bailaré sobre tu tumba” y de nuevo con “Mano de hierro”. Alternando así los dos temas con walls of death, pogos y circle pits. A pesar del fuerte carácter político que Habeas Corpus imprime en cada composición se tomaron este momento como lo que era, una fiesta, mostrándonos su carácter más vacilón y juerguista, aunque obviamente el discurso político era más que patente.
Tras la fiesta siguieron con “Perdimos la ocasión” y el medio tiempo que pone los pelos como escarpias, “Distancia”. Otro gran momento del concierto demostrando que MARS seguía con la voz al 100% e Iker tan sobrio como contundente e impecable en las baquetas.
Después de ésta sólo quedaba la recta final del show, que comenzaron con la que, casi, da nombre a su último trabajo discográfico: “La rabia y los sueños”, en la que por primera vez Víctor y Chifly permutaban posiciones por unos momentos. La penúltima, “Sois ejemplo”, se la dedicaron “a los compañeros presos” y finiquitaban con “Fascismo nunca más” que si bien, para mí, no es el mejor de sus temas, si que funciona perfectamente en directo, aparte de dejar clara constancia del mensaje que siempre han llevado por bandera. El público, una vez más, agradeció la canción como mejor sabe hacer: pogueando y dejándose la garganta con los coros.
Se despedían los cuatro miembros de Habeas Cospus con un “Madrid, ¡qué bien resistes!”, fenomenalmente apropiado, y la gente les respondía coreando “Madrid será la tumba del fascismo”. Apoteósico final mientras ellos abandonaban el escenario, momentáneamente.
Era el turno de que Los Chikos del Maíz se unieran a Habeas Corpus para convertirse en este más que interesante proyecto conjunto que han denominado Riot Propaganda, y así fue. Salieron todos ataviados con camisas blancas y corbatas negras ocupando sus posiciones mientras sonaba la intro del disco. “Guerras púnicas”, single y primera canción del álbum comenzaba a sonar consiguiendo una gran ovación entre los asistentes. Como decíamos antes, el sonido, obra de Jaime Tarzán, seguía permitiendo que se escuchase perfectamente a Nega, a Toni y a MARS rapeando.
El extraordinario disco que se han marcado reúne en seis canciones, más intro y outro, toda la rabia de unas letras combativas al máximo, empastadas por unas bases metaleras perfectas para dar ese empaque especial. El resultado es magistral. Se hace tan corto que hubiera sabido a poquísimo si solo hubiésemos disfrutado de esas pocas canciones asi que decidieron “habeascorpurizar” algunos de los temas insignia de los valencianos. Así la siguiente en sonar fue “Fear of a mazorka planet” del afamado disco de Los Chikos “Pasión de talibanes” y que Habeas, con su trituradora, añadió un final de lo más hardcore. Perfecto.
Proseguían con el tema que da título a la obra, “Riot Propaganda”, mientras el público, que había hechos los deberes y se sabía perfectamente las letras, gritaba al unísono la parte de “no quiero ser islandés, quiero ser griego” y MARS apostillaba cada frase. Es patente la complicidad, después de unos cuantos meses de trabajo conjunto, que se respira entre ambas bandas, lo que hace que se mezclen de tal manera que solo es una sobre el escenario y en la que cada uno sabe su papel y lo desarrolla a la perfección.
Saltaba a escena Jerry Coke para cantar su parte en el tema más tranquilo e introspectivo del disco, “El peso del tiempo”, aunque no por ello menos intenso. Era antes de la sexta canción cuando Nega y Toni presentaban al resto de componentes del proyecto, sin olvidar al DJ y al técnico de sonido. Le llega el turno a otra de Los Chikos: “C.O.P.$”, previo recuerdo a Cristina Cifuentes y a la anulación del Irreductibles Fest. Este temazo, aún más potente con la banda si cabe, 
quedó algo “raro” pues la parte que canta Arma X en el disco la obviaron. Ya nos explicó Nega en la entrevista que les hicimos, que es impensable que un rapero cante los versos que otro ha escrito. Se entiende, pero una pena quedarnos sin escuchar lo de “Toc Toc, ¿quién es? Soy yo el que te fucka, cuerpo nacional de asesinos con placa…”. En esta versión el aporte más notable de los Habeas es en el estribillo, al que le imprimen mucha caña. Finalizado el tema, el respetable corea esas ya inmortales palabras de Vómito (que ya versionaron Habeas Corpus en su disco “Subversiones”) que dicen así “Perros guardianes del orden y la ley, asesinos a sueldo, abuso del poder”, aunque la dedicatoria oficial fue para Iñigo Cabacas, hincha del Athletic muerto hacía un año en una carga policial y en unas oscuras circunstancias.
Despúes Nega, a capella y a toda velocidad, se marcaba unos cuantos versos ante los aplausos de la gente.
Le tocaba el turno a “Dignidad, guitarras y cintas de vídeo” en la que, muy bien secundados por los coros de MARS, el momento culmen fue el griterío provocado cuando Nega decía aquello de “tenemos a Merkel en un zulo enseñándole griego”.
Sonaba por los altavoces el trozo de la película Rocky IV en el que el malvado boxeador soviético se jactaba de haber dejado muerto a Apolo Creed y amenazaba a Rocky. Era el turno de “Los hijos de Ivan Drago”, el tema con guitarras del disco de Los Chikos del Maíz, en el que faltó la parte cantada por Pablo Hasel por los mismos motivos antes mencionados, y continuaban el concierto con el tema que titula el disco, “Pasión de talibanes” y todos coreamos “no quiero ser español, español, quiero ser egipcio”.
Le tocaba ahora a Toni, él solo a capella, marcarse unos versos. Lo hizo más pausado que Nega pero con mucho sentimiento, dedicándoselos a Hugo Chávez y a la lucha en Latinoamérica.
Seguía la descarga con “T.E.R.R.O.R.I.S.M.O.”, la primera canción en la que colaboraron Habeas Corpus con Los Chikos y precursora de Riot Propaganda. Un auténtico disparo en la sien a la que siguió “El de en medio de los Run DMC (se me ha aparecido en sueños)” y dio paso al riff de “Hasta la victoria siempre”, brutal preámbulo de “El miedo va a cambiar de bando” y su recuerdo a Alfon y el “incidente” de Vallekas, que ponía la guinda a la intensa, soberbia, espectacular, irrepetible e inolvidable actuación de esa noche.
“Bona nit. Buenas noches. Cifuentes, te la hemos colado. Mil personas aquí esta noche. Salud y república” fueron las últimas palabras que dijeron antes de la foto puños en alto, y que Chifly saltase sobre las primeras filas.
Se podía intuir que tras el discazo que han sacado, junto a las tablas que dan veinte años en escena de los Habeas y el buen hacer que han demostrado Los Chikos del Maíz, el resultado en directo iba a ser demoledor pero no solo eso, fue algo excepcional. Solo queda pedir y desear que no se acabe esta alianza, que sigan sacando temas, discos y haciendo giras. Riot Propaganda, el grupo más temido.
- Robe Alonso
