CRÓNICA: The Dogs D´amour + Stop Stop en Madrid (Febrero de 2013)

The Dogs D´amour + Stop Stop en Madrid (Febrero de 2013) Caracol
Madrid

24 de Febrero de 2013

Una noche muy fría de domingo, en la ahora cerrada temporalmente sala caracol. Un grupo de los clásicos, de esos que no han dejado indiferente en cada uno de los conciertos que han dado, ya sea por sus buenas canciones, por los destrozos en el escenario o por las broncas y peleas.

Dogs D’Amour, un clásico de finales de los 80 y principios de los 90 venía con su formación más estable y conocida, en una gira conmemoración de su disco In the Dynamite Jet Saloon y también para recaudar fondos para un amigo suyo que sufre un cáncer, un gran gesto que les honra.

Todos estos antecedentes hacían pronosticar un llenazo, y así fue, aunque no desde el principio, ya que estando en la entrada pude observar a mucha gente que compraba la entrada y luego se iba, no entraba en la sala, por lo que cuando empezó a tocar el grupo invitado había menos de la mitad del aforo.

The Dogs D´amour + Stop Stop en Madrid (Febrero de 2013)Y el grupo que comenzó fueron Stop Stop, una trío de Barcelona con pinta muy glam de los ochenta y un sonido muy rockero. "Hola que tal, welcome to the show" fueron sus primeras palabras y al tajo, con buenos solos de guitarra y un bajista muy móvil. El batería llevaba un pelucón cardado y el cantante nos saco de dudas acerca de su autenticidad: es de verdad.

Un grupo muy bueno, con juegos de láser muy interesantes, tocando rock duro, con un bajo contundente y una voz rasgada. Tocaron temas propios y algunas versiones de los clásicos del rock, como el Hush de Deep Purple, en una versión muy acelerada y cañera que mezclaron con el Sympathy for the Devil de los Rolling, o el Get back de los Beatles.

De sus temas tocaron Born to rock, en el que pidieron cuernos y participación del público para corear el estribillo, o Lola, de su nuevo disco. Muy comunicativos con el público, involucrándolos en el show, con el bajista de rodillas headbanger a tope, dedicaron el concierto a toda la gente y a un colega por dormir en su casa y vomitarle la alfombra.

Por último tocaron el tema que les da nombre, Stop Stop (Stop Wars, religión y motherfuckers, can’t fuck rock and roll), un temazo, con el que presentaron además a la banda.

Un gran concierto, corto pero muy intenso y mucho entusiasmo por parte del grupo, que acabaron con un yeah y todos por los suelos. Todos aquellos que compraron la entrada y no entraron se perdieron un grupo buenísimo, una lástima por ellos, los que estábamos lo disfrutamos a tope.

Y tras un tiempo de espera que se hizo eterno, ya con la sala a rebosar, aparecieron The Dogs D’Amour, muy sosegados, mucho más maduros que en anteriores conciertos, donde solían montarla, llevando al límite aquello del sexo, drogas y rock and roll.

Comenzaron con Last Bandit y un sonido espectacular, Tyla con una guitarra blanca electro-acústica que sonaba como los ángeles, sonido al que también contribuye la sala, que tiene una acústica perfecta.

Destacar la poca comunicación de Tyla con el público. Tenían claro lo que habían venido a hacer, tocar el mayor número de temas posible, y eso hicieron, sin cuartel y sin concesiones, creo que no hubo mas de tres minutos de charla por su parte, un feliz año nueve en vez de nuevo antes de los acordes de Wait until I’m dead, uno de los temazos de la noche.

Con su clásica voz cascada y pidiendo palmas para los siguientes temas, Everything I want, Heartbreak o Billy Two Rivers, con buenos solos de guitarra y un grupo perfectamente sincronizado y compacto, con muchas tablas a la espalda.

El repertorio, que se basó en los discos In the Dynamite Jet Saloon y Errol Flynn. También tocaron un tema nuevo, Flameboy. Y todos los temas elegidos muy cañeros, un sonido rockero muy ochenteno, con sabor bueno y añejo, y una media de edad de asistencia bastante elevada.

The Dogs D´amour + Stop Stop en Madrid (Febrero de 2013)Con pausas de cinco segundos para echar un trago de birra o whiskey no dieron tiempo al sosiego. A mitad del concierto se relajaron un poco, con temas más lentos y armónicos como Victims of success o Trail of tears, con las guitarras sonando muy sureñas.

Continuaron con How comes it never rains, de las más jaleadas y coreadas por el público, que la cantó casi entera. Aprovechó este tema para presentar al grupo en no más de veinte segundos y vuelta a los temas cañeros ya hasta el final del concierto, con Errol Flynn y Drunk like me, con mucha participación del público y muchos aplausos.

Se despide antes de los bises con un "hijos de puta" y una botella de whiskey en la mano. El concierto ya era un éxito con la gente con la sonrisilla en la cara de la satisfacción de las expectativas cumplidas. A mi me faltó un poco más de comunicación y alguna fanfarronada, clásicos de Tyla, pero en este caso si sacrificamos eso por más temas, bienvenidos sean, sobre todo por cómo los tocaron, tremendos.

Para los bises siguieron con la tónica dejando temas míticos como Satellite Kid o su canción mas conocida, I don’t want you to go, con la que dieron por terminada la lección de rock y se fueron por donde habían venido, dejando una sensación increíble y las esperanzas de que esto no sea solo una reunión esporádica, con todos pensando que si volvieran a sacar discos y hacer conciertos sería algo grandioso.

Los Dogs dejaron de lado la parafernalia del rock y se dedicaron a tocar, demostrando con hechos que son muy grandes por su música, con grandes letras de rock, y no por otras cosas, grandes músicos profesionales, que se despidieron con un "buenas noches" y un "we love you".

  • Charly rock and roll
  • Mandyngha

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