Un martes, víspera de San Isidro, dispuestos a presenciar una reunión bastante variopinta de grupos con un único propósito: el thrash metal. El género, que tuvo su auge a principios de los 80, parece que está volviendo a resurgir, con un gran número de bandas.
Para esta ocasión se juntaron dos grupos jóvenes con otros dos que llevan más de veinte años a sus espaldas. Los daneses Artillery, formados en el 82 y los brasileños Torture Squad, formados en el 90, aportaban la experiencia y los irlandeses Gama Bomb y los noruegos Tantara la frescura y la savia nueva.
La parte negativa de esto y de la que ya estamos, creo yo, un poco hartos todos es la falta de salas de conciertos que obliga a utilizar salas de fiesta o discotecas como sustitutivo, lo que obliga a unos horarios muy tempraneros, sobre todo con tantos grupos. No se pueden poner conciertos de rock a la hora de la merienda, es absurdo.
El primer grupo fue Tantara, con una sala bastante vacía, creo que más bien por el horario que por el grupo, que descargó con una energía y rabia propia de su juventud, con un desarrollo musical muy veloz, formando bastantes remolinos en las filas de delante, ocupadas por unos irreductibles que estuvieron disfrutando del concierto. Apareció por primera vez el tipo del pollo de goma por los aires, luego hablaremos más de él.
Tantara presentaba su nuevo y primer disco, con un set bastante corto y con algunos problemas de sonido, estuvieron contundentes y muy simpáticos con la gente, no solo durante el concierto, sino después haciéndose fotos o firmando CDs.
Destacar los temas "Human Mutation", de su primer EP, "Trapped in bodies" o la que cerró el set "The Killing of Mother Earth", durante la intro de la cual se subió uno de las primeras filas haciendo bailes tipo ballet, lo que provocó unas buenas risas entre el grupo y los asistentes.
Muy buen concierto, corto y muy desfavorecido por el horario, pero con una gran sintonía entre el grupo y el público, algo que no suele ser fácil con los grupos nórdicos, que suelen ser más fríos.
Y sin dar respiro, aparecen Torture Squad, en formato de tres, sin el vocalista, no sabemos si le pasó algo. Empezaron a saco, sin contemplaciones, con un estilo mas death y gutural. Ya en la primera canción se les estropea el micro y dos chicas de la primera fila tuvieron que colocárselo, lo que posteriormente les agradeció el guitarrista con un choque de puños, continuando con el buen rollo que se respiraba.
Dando mucha caña, con un sonido mas grindcore y voces feroces y un carterista que no dejó de darle a la zapatilla en todo momento, tremendo. De los temas destacar "Pandemonium" o "Living for the kill", momento en el que se montó un mega pogo, volviendo a escena el hombre del pollo.
Con un estilo de música todo rítmico, celebraban su veinte aniversario, como rezaba su logo, veinte años torturando a la gente con su música.
Antes de acabar una actuación muy cañera y efectiva aparecieron en escena el resto de grupos, que se pusieron a enredar y les cantaron el cumpleaños feliz, echando una cerveza por la cabeza al bajista, y quedándose cantando todos. Luego les dieron unos regalos. Así de bien acabo un concierto impresionante de un grupo muy experimentado. Solo faltó la tarta para ponerle el colofón.
Y con la resaca de la celebración salieron a escena Gama Bomb, para mí el mejor grupo del concierto, y si siguen por esta línea desde luego no les va a ir nada mal. Con su cantante showman a la cabeza, poniendo caras y haciendo gestos, unas palabras en castellano, y al tajo.
Con temas como "Slam Anthem", "OCP", "We Respect You" o "Thrashaholic", se fueron sucediendo pogos enormes y remolinos, dando caña sin descanso. Mucho cachondeo y cerveza, mucho vacile del cantante que dio como colofón a que cogiera el pollo de goma y le apretara para que hiciera ruido por el micro.
Se sucedían los que subían al escenario y se tiraban encima de las primeras filas. Hacía mucho tiempo que no veía esto, y todo muy respetuoso con el grupo y el resto de gente.
Con una gran base rítmica y buenos solos de guitarra y sobre todo mucho cachondeo, hicieron vibrar, bailar, volar y revolcarse al público, con cada una de las canciones más potente que la anterior como "Hammer Slammer", "Mussolini Mosh" o "Terrorscope", con un doble bombo destructor y acabando con "Zombi Brew", uno de los estandartes del grupo. Un gran concierto, recomendables al máximo.
Y para el final quedaban Artillery, el grupo más experimentado y con mayor trayectoria de los cuatro. Sin duda el grupo más sobrio, con un cantante joven y desmelenado, con una gran voz. El resto de los componentes del grupo, ya más mayores, aparecieron con gorra, pero no por ser mayores dejaron de hacer punteos con rabia o redobles de batería como si fuera la primera vez.
Quizá fue el con menos cachondeo, pero es que hasta el momento aparte de buena música nos habíamos estado riendo bastante, y ahora presenciábamos sólo buena música.
Con un set muy completo, repasando sus discos, destacaría "Death is an illusion", "Eternal War" o "In the trash". Con una voz más clara, más heavy metal que los otros grupos, y no bajando el listón de dar cera hasta la muerte.
La gente continuó subiéndose al escenario y tirándose como si fuera lo último que hicieran en su vida, con el beneplácito del grupo, que se sumó a la fiesta con su ritmo machacón, con un batería furibundo, y un gran bajista, que llevaban el peso de las canciones.
Para el final destacar las canciones "Khomaniac" y "Torture Squad", como el grupo, que subió a cantar hacia el final de la actuación con ellos. Muchas tablas y buen hacer de los daneses, una leyenda del thrash metal.
Un gran festival de thrash metal, con el ritmo y la caña como banderas, que demuestra que el género está en pleno resurgimiento, si es que alguna vez nos abandonó.
