Sábado 12 de julio de 1952, una noche más en un Londres de postguerra. En los clubs de la ciudad empieza a despertar un movimiento que los puristas del jazz no acaban de ver bien. Eso del “Rythm and Blues” que viene desde América rompe con sus cánones, pero, muy a su disgusto, parece que va calando fuerte. Se empiezan a programar conciertos por las salas más populares, y ya no es extraño ver como el Crawdaddy club, el Ealing Jazz Club o el Marquee Club dejan su escenario a la nueva moda. Los músicos van y vienen entre los diferentes grupos; nacen y mueren bandas cada semana y a nadie parece importarle. Pero esa noche, esa noche en concreto pasaría algo que cambiaría la historia. Esa noche actuaron por primera vez The Rollin' Stones.
El mundo de la música, no solo del rock, sino de toda la música, se puede separar en esa noche cuando un sexteto de jóvenes londinenses se juntaron sobre un escenario por primera vez para tocar versiones de los bluesman americanos del momento. Esa primera formación estaba compuesta por una baterista que la historia ha decidido olvidar, aunque el más probable es Tony Chapman y como bajista Dick Taylor, después miembro de los The pretty things, aunque ambos pronto dejarían la banda. El resto de la formación forma parte del santoral más sagrado: Ian Stewart al piano, Keith Richards a la guitarra rítmica, Mick Jagger como cantante y liderando la formación desde la guitarra solista Elmo Lewis, pseudónimo utilizado por Brian Jones en esa época en honor a Elmore James. Jones era el auténtico líder, era el que más tiempo llevaba moviéndose por el circuito y el mejor músico de todos ellos. De familia de artistas, al igual que Richards, nada tenían que ver con aquel estudiante becado por la London School of Economics. Jagger provenía de una familia de clase media y asistía a una de las mejores universidades de economía del mundo ¿Que pintaba con ellos? La respuesta es sencilla, su pasión por el blues y el rock. La posición cómoda de su familia y esa beca le permiten importar discos desde EEUU. Un día cogiendo el tren desde Dartford a Londres coincidió con un escuálido chaval de su edad, se conocían de vista, pero nunca habían cruzado palabra. Richards, el flacucho de la historia, no pudo contenerse al ver los álbumes que Jagger llevaba consigo. Así empezó una historia que pronto les llevaría por los clubs de Londres a ver grupos y más grupos. En uno de ellos, la Blues Incorporated, tocaban Stewart, Charlie Watts y de vez en cuando Brian Jones. Este último quería 
fundar una banda de R&B, puso un anunció en el periódico. Eso, el azar y la noche acabo juntando a la primera formación de los Stones. Más gente contesto al anuncio, en especial el guitarra Geoff Bradford, pero el estilo de Richards y Jagger iba demasiado hacia el incipiente rock and roll de lo que Bradford quería.
Después de esa primera noche, vendrían muchas más en el Marquee o en el Crawdaddy. Hacia diciembre del mismo año, y tras varios ir y venir de bajistas la banda hace audiciones para establecer a uno definitivamente. Allí Billy Wyman empezó a forjar su fama de hombre afortunado. No era demasiado bueno, sí iba sobrado de carisma, pero tenía un amplificador grande y potente y les dejaba al resto conectar sus guitarras allí. En esa época aún no les llovía el dinero y la banda pasaba auténticas penurias para llegar a fin de mes y poder comprar comida. Con el batería la historia fue parecida, muchos van y vienen y ninguno acaba de asentarse. Hay uno en especial que les gusta a todos. Muy diferente a su estilo, pero un gran músico y persona. El problema, toca ya en varias bandas de forma profesional. Tras mucho insistir, en enero de 1963 logran convencerle para que se una a los Rollin' Stones. Las actuaciones cada vez son más numerosas y la banda, o su todavía líder Brian Jones, decide contratar a Giorgio Gomelsky para que se encargue de buscar actuaciones, giras fuera de Londres, etc. Jones, dejando claro que los Stones siempre serían conflictivos, pactaría con él a escondidas que él siempre cobraría más dinero que el resto de los músicos. De él sería la idea de fijar el nombre en The rolling stones y él obligó a Jagger y a Richards a componer sus primeras canciones. Con el boca a boca el grupo sigue creciendo y pronto llegó la primera actuación en televisión en mayo de 1953. Poco antes de entrar, el manager les entregaría al grupo cinco flamantes trajes para la actuación. Cuando Brian preguntó por el sexto, Gomelsky le dijo “Los fans no saben contar más de cinco, es mejor ser ese número, echad a Ian”. Y así fue como Ian dejó de ser un miembro oficial de la banda. El corazón del grupo se vio apartado por su amigo y ex compañero en la Blues Inc., pero su bondad y forma de ser no le imposibilitó para seguir actuando con la banda en algunos conciertos, ser el conductor de su furgoneta y colaborar en sus discos hasta poco antes de morir. Y así fue como se fijó la formación clásica de la banda más grande de toda la historia.
Después vendrían los falsos piques con los Beatles, con quiénes en verdad mantenían buena relación, las canciones memorables, la inutilidad de Jones para componer, lo que le apartó del liderato de la banda. También los escándalos por drogas, las letras que escandalizarían a la tranquila sociedad inglesa, las groupies, más escándalos, los días en la cárcel, 
las giras por Europa y Estados Unidos, los discos buenos, los malos, la salida de Brian de la banda, su muerte en extrañas circunstancias. Una nueva época con la entrada de Mick Taylor y con él los discos: Let it bleed, Get yer ya-ya’s out, Sticky fingers y Exile on main street, que les alzaron a ser la mejor banda de la historia, los celos de Richards que causaron su salida, las peleas internas. Otra era con el ingreso de Ron Wood, el rock de estadios, el paso de ser unos apestados por la clase alta a tener a presidentes de países, EEUU incluidos, haciendo cola para hacerse fotos con ellos, más escándalos y peleas, el adiós de Bill Wyman,... en fin, la historia mil veces contada, pero hoy en el día que se cumplen cincuenta años de su debut quería rendir un pequeño homenaje a cómo empezó la leyenda. Más adelante habrá tiempo para repasar otras facetas.