Relevo generacional en la música Por

Moro

Víctor Martínez “Moro” es el bajista y cantante de Censurados, banda madrileña que nace a principios del 2001 y cuenta en la actualidad con tres discos, el último de ellos el homónimo Censurados (2011). Además de su dedicación a la banda y tras una corta incursión en el mundo de la hostelería, acaba de abrir su propio estudio de grabación, Tatami Estudios, que actualmente está funcionando al 100%.

En principio no considero en absoluto que haga falta un relevo generacional en lo que al rock nacional se refiere.

Todos disfrutamos de esas bandas de rock que llevamos escuchando toda la vida y con las que seguimos disfrutando en directo. ¡Todos!

Tenemos grandes grupos que, si por mi fuera, jamás desaparecerían.

Creo que el problema es más de orejas que de bocas, es decir, si el público quiere grupos nuevos debería escucharlos y seguirlos más, y así esas bandas tendrían el apoyo de la gente y podrían girar y llevar su música a todas partes.

Lo que tenemos es lo que la gente quiere y a donde la gente lleva la música… No compras ni un disco y sólo acudes a un festival al año y te quejas de que siempre ves a los mismos grupos? Más de uno debería recapacitar al respecto…

¡Hemos llegado a un punto en que la pescadilla se muerde las pelotas! La gente va al festival “tiroriro” porque sí, por inercia… porque van sus colegas, porque hace sol o porque se aburren.

Cada vez menos gente va a disfrutar de la música y la cosa se está convirtiendo en rutina… Esto está muy bien para todo menos para esto de lo que hablamos… y aquí creo que los festivales tienen un as en la manga y pueden (y de hecho lo hacen) meter a bandas nuevas para que la gente las conozca, pero es evidente que los cabezas de cartel que funcionan, funcionan. ¿Quién se la va a jugar? ¡Estarían locos!

Por fortuna, el rock es una carrera de fondo donde nadie saca una canción, triunfa y luego se va a la mierda, y hay que saber trabajar al igual que todos esos grupos que llamamos “los de siempre” han trabajado y así demostrar que se está a la altura.

Los años van pasando y evidentemente por edad o cuestiones personales los grupos dejan de tocar en directo y el momento llegará cuando llegue. De momento lo que hay que hacer es apoyar el rock como nunca ya que son momentos difíciles. Acudir a conciertos (que no escasean precisamente), comprar discos, seguir a las bandas por internet,… son cosas que vienen muy bien y que la gente cada vez hace menos.

Y así conseguiremos tener más festivales, más conciertos, más bandas en activo y más competitividad que al final lo que hace es enriquecer el nivel musical que tenemos y que heredarán siguientes generaciones.

Esperemos que la situación en general de todo en la vida mejore. Hay muchísimos factores indirectos que afectan a la música como la prohibición de botellón, de fumar en lugares cerrados, de no conceder licencias a nuevas salas para efectuar conciertos, que llueva o no llueva…

Ya desvarío… Ojalá pronto se hagan festivales de 4 ó 5 días con bandas de siempre, bandas emergentes, nuevas salas de conciertos, que las de siempre sigan funcionando y que las nuevas generaciones que van surgiendo sigan escuchando y amando al rock como lo hacemos nosotros.

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Antonio Abengoza

Cantante, guitarrista y compositor del grupo Yeska. Nacido el 5 de marzo del 1987 en Herencia (Ciudad Real). A los 6 años le compraron su primera guitarra, aunque la afición seria a dicho instrumento le llegaría a los 12. Un par de años después ya componía sus primeras canciones, cuando aún cursaba estudios en el colegio de frailes.

Funda Yeska en el verano de 2004, grupo de rock duro y urbano que se estrena en 2010 con el disco Diez ases en la manga, y cuyas coordenadas estilísticas vienen marcadas por artistas como Rosendo, Roberto Iniesta, Antonio Vega, Iosu Expósito (Eskorbuto), Pepe Risi (Burning) y Francis Diez (Dr. Deseo). Hasta ahora todo lo que había escrito en prosa era de uso interno, así que el relato El tren del fracaso (Incluido en Simpatía por el Relato) es su debut en público. También escribe, a veces, en Hankover el blog de Patxi Irurzun. Entre sus escritores favoritos destaca a Joël Egloff, Almudena Grandes, Antoine de Saint-Exupery, Mario Puzo, Benedetti, Bukowski y Dostoievski

Estamos en Septiembre, el mes que da fin al verano, de las vacaciones y los festivales… el mes que da la señal para volver a la rutina. Este Septiembre se me pide escribir sobre un tema que suele convertirse en debate cuando nos juntamos unos cuantos de cada grupo, es un tema muy típico y con muchísimas opiniones. Si el deporte favorito de los españoles es arreglar el mundo, el de los músicos es arreglar el mundo… de la música, y el Ring de combate suele ser bastante parecido.

Todo debe de sufrir cambios, los relevos generacionales son tan necesarios en la música como en todo, pero para que haya relevo debe de haber calidad.

A finales de los años sesenta el Rocanrol era parte de aquella revolución de jóvenes que estaban hartos de la forma de vivir de sus padres, simplemente vivían el momento y la bandera que empuñaban tenia dibujada la lengua de los Stones. Luego llego el Punk, a finales de los 70, y el movimiento se hizo música. Aquí, en la península, tuvimos eso que se llamo el Rock Radical Vasco, tan fiero y autentico como todo lo guiri y yanqui que hoy seguimos escuchando. El rock estaba en la calle, la banda sonora de la acción directa callejera era el Rock, el Punk… toda la música que era capaz de decir lo que se sentía y como se sentía la gente de a pie, la de la calle, la que andaba camino del Inem a regatear el subsidio.

También tuvimos la gloriosa “Quinta del 92” que hoy, para suerte de algunos y desgracia de otros, aún siguen estando por ahí, dando bolos, sacando discos, buscándose la vida y sobreviviendo en definitiva.

Las canciones de estos movimientos de los que hablo son las que hemos recogido nosotros, los grupos que estamos empezando y que cada vez lo tenemos más duro. En ningún momento mi opinión ha sido la de que estas bandas grandes no nos dejan hueco a las pequeñas, ¿alguien se va a cuestionar que Bob Dylan deba de dejar los escenarios? Todos queremos ver a Bob Dylan.

Los grupos de antes deben de seguir ahí siempre que tengan algo que ofrecer. Una de las metas de un músico siempre debe ser la de hacer su próxima canción mucho mejor que la anterior, seas el más grande o el que menos. Un grupo no puede nacer para vivir de ello, eso depende de la gente, un grupo debe de centrarse en su mensaje, en divertirse… y en que no lo traten como la mercancía que se nos cree muchas veces.

El Hip-Hop de aquí ha demostrado que si que puede haber un cambio generacional y bueno, centrándose en el presente, pero el Rock, por desgracia, creo que sigue anclado en el pasado, repitiendo mil veces las consignas que ya dijeron otros. Las modas que vienen ya han sido muchas veces repetidas y eso no puede ser bueno. Hay que luchar por la innovación, haz lo que te gusta pero hazlo tuyo, ¿Quieres tocar Blues? Bien, toca Blues, pero toca tu Blues, toca lo que a ti te salga. Canta sobre tu época, ya cantaron otros lo que te gustaría cantar.

Miren al presente señores y canten sobre él, cuéntenoslo, hagan que nos sintamos reflejados en sus canciones, porque el pasado fue grandioso y el futuro… No future.

Relevo generacional en la música Por

Javier Die Dean

Javier  Die Dean, es el letrista y cantante de la banda madrileña Sonotones, desde su aparición en el año 1999. Es en este año en el que la banda publica su primer trabajo, Átale. La banda publicó en 2010 el que es su último trabajo hasta la fecha, “La Rebelión de las monjas”, que llevan presentando durante todo este año 2011 por todo el Estado. Este madrileño, que según comenta en su facebook, se dedica a “vociferar con mala leche e intentar decir algo que no se entienda mucho para que parezca profundo”, que se curtió en la Universidad “Consecuente” y opina que “el rock and roll ha sido siempre de perdedores”, se ha convertido en uno de los cantantes con más personalidad de la escena musical de nuestro Pais.

Es un tema muy complejo, porque no todo es blanco o negro. Más que relevo es evolución y nuevas tendencias. No creo en las jubilaciones porque “toca ya”.

Está claro que los estilos en la música evolucionan y se crean nuevas tendencias pero basadas principalmente en evolución de estilos ya creados. No es como en los años 50, 60 y 70, que se crearon las bases de la actual música moderna. También evolucionan las técnicas y equipos de grabación.

Lo que caracteriza la música de un grupo en una determinada época es, por una parte, las influencias que otras bandas puedan haber ejercido a la hora de componer, y por otra, los sonidos y efectos de moda de la época. Esto último no hay que tenerlo en cuenta, pues el sonido del grupo se va amoldando a los sonidos de la época por necesidad. Cuando en los ochenta escuchábamos el sonido de las baterías de entonces (la reverb de la caja sobretodo), nos parecían brutales, y ahora nadie las volvería a usar porque suenan a antiguo y obsoleto.

Yo me enamoré del Rock de los primeros años noventa y me sigue enganchando igual. Hay muchos grupos de esos años que siguen funcionando perfectamente y están de actualidad (Red Hot Chili Peppers, Foo Fighters, etc.), por lo que siguen estando de moda y no necesitan relevo alguno.

O sea, el problema no está en el estilo sino en las personas. Está claro que no vas a transmitir la misma energía a los 20 años que a los 40, 50 ó 60, pero no todo es energía. Por otra parte, la sabiduría que te dan los años también es muy útil, tanto a la hora de componer la música, como sobre todo en los textos de las letras de las canciones (Con 20 años se dicen muchas tonterías). Por poner un ejemplo, a mi entender, el Bruce Springsteen de ahora no tiene nada que envidiar al de hace 30 años, aunque siempre tendemos a idealizar lo pasado.

También es verdad que hay grupos o solistas que se agotan y no tienen nada nuevo interesante que ofrecer, y no quieren aceptarlo o lo aceptan pero no quieren bajarse del carro. Van de gira por todo el estado viviendo de los éxitos del pasado y dando esa imagen de que mejor jubílate y deja pasar a otra generación. Pero tampoco engañan a nadie.

En definitiva, cambian las modas, entran en el juego nuevos grupos, hay gente que con el tiempo se agota, otra que sigue en perfecto estado… y eso es lo bueno.

Lo malo es que hay tantísima oferta musical y es tan complicado llegar a la gente, que muchos grupos nuevos se quedan en el intento. Deberíamos tener más paciencia a la hora de escuchar nuevas propuestas.

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