Richard Patrick parece haber encontrado la tecla definitiva para caracterizar el sonido de Filter. Los primeros álbums de la banda se mueven entre el metal alternativo y el rock industrial, cortes oscuros claramente influenciados por Nine Inch Nails, donde Patrick tocó como guitarrista en la gira de Downward Spiral, se entremezclaban con otros de sonidos limpios y actitudes más optimistas. Sería una desfachatez tachar de mediocres los primeros trabajos de Filter, pero sí es cierto que algo chirriaba, algo le hacía mantenerse a años luz en calidad a los de su Maestro Trent Reznor. El parón en el cual se dedicase a trabajar con parte de Stone Temple Pilots en el supergrupo Army of Anyone sin duda le vino bien para dar homogeneidad a los discos editados como Filter. Tras un Anthems for the Damned (2008) más orientado al mainstream, 2010 nos dio el disco más sólido de Filter hasta la fecha.
Seguramente el más estridente de sus trabajos, The Trouble with Angels ofrece 11 cortes más un disco extra con remixes y temas inéditos. Aunque el adelanto que nos ofrecieron, “The Inevitable Relapse” no dejó muy convencidos a los fans, integrado dentro del disco es una apertura muy digna. El metal está presente como nunca, le han dado a las guitarrras mayor contundencia y así se refleja en trallazos como “Drug Boy” o “No Love”. Los temas más tranquilos ya no desentonan con el resto del disco. Se aprecia en cortes como “Fades like a Photograph” o “No Re-entry “ que la voz sigue igual de desgarrada y suplicante. En ésta última le veo a Patrick hasta cierto deje flamenco, aunque a quien recuerda sobre todo en éste album es a Chester Bennington de Linkin Park.

Resumiendo, de lo más destacable de 2010 en el panorama metálico industrial. Teniendo en cuenta que las grandes bandas del género están disueltas o de capa caída, éste The Trouble with Angels supone un balón de oxígeno para un estilo que cada vez está más muerto. Confío en que en el legado de estos grupos influencie a los artistas de esta nueva década.