"Hay discos que escuchas un día y son buenos. Hay otros que los escuchas un año y son mejores. Los hay que los escuchas muchos años y son muy buenos. Pero hay esos que escuchas toda la vida: esos son los imprescindibles." No se me ocurre mejor manera de introducir la presentación de este primer magnífico disco de Xader que parafraseando al gran poeta y dramaturgo Bertoldt Bretch, y es que la ocasión lo merece.

Después de repetidas y emocionadas escuchas, todas igual de atentas, llego a la conclusión de que estamos ante uno de esos discos ineludibles para quienes amamos el rock melódico por encima de todas las cosas. Intuyo que es tanta su valía que el hecho de no reivindicarlo con fuerza y por tanto condenarlo al ostracismo propio de unas cuantas reseñas dispersas por la red supondría un verdadero agravio, es más, un auténtico atentado al buen gusto, incluso al mismo sentido común, si como digo el tiempo pasase por encima de él impidiéndole una más que merecida notoriedad.

Los gallegos Xader han logrado confeccionar a través de su primer trabajo homónimo una de esas pequeñas joyas que sólo muy de vez en cuando llegan a ver la luz permitiendo que no sólo ellos sino también los dispersos amantes del género podamos deleitarnos con unas canciones que respiran emoción por todos sus poros, y en las que sus melodías musicales y vocales seducen y atrapan irremediablemente a los oídos deseosos de descubrir grandes canciones de la mano de nuevas bandas que las hacen posibles, como es su caso.

¿Qué poder destacar de un trabajo que mantiene el mismo fantástico nivel desde que arranca hasta que se desvanece? Sus diez exquisitas canciones responden con creces a las muchas expectativas que ya algunos nos hicimos con su inclusión en el recopilatorio mentado por ellos mismos y de nombre "AOR for Japan". En aquel disco, igualmente importante tanto por su propósito como por su contenido, ya dejaron clara la esencia de una banda destinada quizá a convertirse en el relevo de otras grandes bandas melódicas que en su día y con desigual fortuna ya trataron de abrirse un hueco en nuestro país. Algo en ellos me recuerda a los maravillosos Shalom y creedme si os digo que aquel era y es un espejo en el que todavía hoy cuesta mirarse por su valía. Sin embargo Xader merece hacerlo, como merece llevar el género que practica a lo más alto. Nada mejor que sus canciones para si no hacerlo posible, si cuanto menos intentarlo. Calidad y categoría desde luego que les sobra.

Lo demuestran en "Aúlla al viento", aquel tema con el que se diesen a conocer y que tras una breve introducción sirve para arrancar esta fabulosa obra. Pura fuerza y pura melodía gracias a un estribillo que la hace inmejorable. Los teclados del comienzo ya sólo justifican esta reseña y todo el contenido de la misma."Cenizas de ansiedad" es un magnífico ejemplo de lo que es la elegancia dentro del rock, destilando emoción y sensibilidad a raudales. "Sin tu voz" ahonda aún más en ese terreno, aunque con el mismo resultado: una canción redonda donde se manifiestan las mejores influencias posibles dentro del estilo, como puedan ser las de Def Leppard. "F-Zero" es el tema instrumental del disco y el que pido disculpas, yo considero de transición, con un regusto añejo entre purpleliano y progresivo, contundente y efectivo pero sin ser el mejor.

"Dime si es mejor" posiciona de nuevo a Xader en su terreno con el resultado acostumbrado abriendo el abanico de las colaboraciones gracias al guitarrista de Airless, Robert Rodrigo. La también posterior colaboración del grandísimo Rafa Martín añade aun más quilates al conjunto de la obra gracias a incorporar su inigualable voz en "Lucharé", canción que sin ser la única es sin duda una de las más loadas y sobresalientes. "No puede ser" también cuenta con una rica aportación vocal femenina construyendo así un verdadero "power duet" merced a ese medio tiempo que arropa una, otra canción espléndida. "Noches salvajes" y "A golpes de rock" que sirven para cerrar brillantemente este primer trabajo de Xader no lo son menos.

En resumidas cuentas: un disco espléndido de principio a fin. Repleto de detalles, cuidado con esmero y haciendo gala de una delicadeza incuestionable por acertada. Basta prestar atención a sus líneas vocales y a los mil detalles instrumentales (guitarras, teclados...) que se suceden con el mejor criterio a lo largo de sus diez canciones. Qué gozada de disco. Quién sabe si este lanzamiento estará llamado a convertirse en un incunable, pero sí cuanto menos en uno de esos discos imprescindibles a los que aludía al principio de esta reseña.

Xader son únicos, y este disco debería suponer un presente imponente, a la espera de un futuro inmejorable y todo en el contexto de una banda que aunque plenamente actual, bebe de la mejor tradición de los grandes clásicos del rock melódico. No te los pierdas.

Nota: un diez no, un once como en Spinal Tap.