El segundo disco de los granadinos Zutaten se titula GlamWaffe. Tras su sobria portada encontraremos quince canciones en los 29 minutos que dura. Hacen un vertiginoso punk-rock cercano al hardcore con letras inteligentes, ácidas y alejadas de los tópicos del punk. Añadan a la receta un espolvoreo del peculiar glam del que hacen gala.

Son rápidos, muy rápidos, endiabladamente rápidos, y este torbellino fue grabado en Granada y masterizado en California, lugar que tantísimos buenos discos de punk y hardcore nos ha dado.

La fórmula es simple pero no por ello menos eficaz si lo que pretenden es que al oyente le entren ganas de dar botes como un pollo sin cabeza. Imagino la vorágine en que se debe convertir cada concierto de este cuarteto.

En las letras encontraremos temas dispares y curiosos como en “OPQA”, combinación de teclas que traerá un montón de recuerdos a los gamers clásicos, o “Figura de acción”, donde un soldadito encerrado en su blíster se lamenta de su coleccionista, o un concienzudo estudio sobre el efecto físico de la “Dilatación”, o el fantasma que vuelve a por su amada en “Amor occiso”, o su predilección por los “malos” en “Los malos siempre visten mejor”.

Aunque no se olvidan de temas más mundanos y así nos hablan de un pistolero en “Bang Bang Baby”, de un hombre normal, bueno y piadoso en “Ya no quedan hombres”, o de un gañán machista en “En la mesa de camilla 3.0”.

La degustación de estos quince pildorazos supone una auténtica estimulación para nuestro cerebro y nuestros oídos, aunque no tanto para nuestras piernas y cuello, que acabarán resentidos de tanto bote y meneo.