Los catalanes Sabotatge continúan con su renacer, abanderado por la presencia de su nuevo cantante, Adri Kadaver. Aunque en este caso no vienen con una reedición de lo ya hecho, sino con material nuevo. El disco se llama Guerra psicològica, y ha sido grabado, producido y masterizado en los estudios del Ateneu Popular X de Vilafranca del Penedès (Barcelona) por Thrashoo Hernández. El trabajo aboga por un sonido duro así como por el bilingüismo entre catalán y castellano.

Hay Intro, y ésta marca por dónde irán las puntadas del LP. Un fragmento de Watchmen sitúa al personaje de Rorschach estableciendo el nuevo mundo, envilecido y condenado a sufrir las consecuencias. Y precisamente éste es el nombre del primer tema, Consecuencia. El principio supone una explosión de rabia, un tema metalero que destaca por su contundencia en el micro, aunque bastante claro y perceptible. Desde el principio ya se nota la labor a las guitarras, puesto que goza de buenos riffs y sugerentes cambios de ritmo. Asimismo, este corte cuenta con la ayuda de Thrashoo a las cuerdas. Sabotatge habla de un mundo configurado por las mentiras de los ricos, lejos de la casualidad, adherido a la consecuencia.

El siguiente corte es De bon matí (De buena mañana), donde la otra lengua del grupo tomará la iniciativa. Eléctricas con líneas thrash y descargas de doble bombo como si de una ametralladora se tratase. El ritmo se vuelve más ágil; también la voz, que en esta ocasión se muestra menos nítida. El tema establece un contraste entre el pesimismo de ver siempre la misma situación y el optimismo de concebir que un día todo cambie de repente. Continuando con Guerra Psicològica, el castellano toma el relevo. Pero lo hace para trasladarnos a la cuna de la civilización occidental, Grecia. Allí, cinco años atrás, Alexis Grigoropoulos, de 15 años, fallecía por el disparo de un miembro del cuerpo de seguridad, lo que desató la ira en las calles. El grupo recupera lo sucedido en Alexandros para reflejar la supremacía con que las fuerzas del orden actúan. Cabe hacer hincapié en los coros, que llegado a un momento dominan el fraseo del tema.

Fotuts (Jodidos) es un track de punk rock donde la voz se muestra menos melódica, pero más rabiosa e indignada. Es el tema más corto del álbum, y deja entrever la necesidad de una democracia violenta, con el objetivo de que “no haya nadie por encima de nadie”. El corte seis, Ley, encontramos una voz desgarrada y un sonido hardcore con guitarras metaleras. Sabotatge defiende que el capitalismo tiene una ley con dos premisas: el rico cada vez más rico; y el pobre cada vez más pobre. Atendiendo a esta encrucijada, ellos abogan por una idea muy sencilla, acabar con el sistema.

Se supera el ecuador del trabajo con Dret a decidir (Derecho a decidir), locución que por la zona geográfica del grupo está cargada de significado político. Sin embargo, el grupo la toma desde otra vertiente, la libertad de la mujer para poder escoger qué hacer con su cuerpo. A mitad de tema, el cantante abandona la línea musical para elaborar un discurso sobre la familia y la dignidad. En global, suena potente. Todavía en catalán y sin dejar el hardcore punk, Sabotatge salvatge respalda el boicot como solución al desastre, sobre todo atendiendo a que el opaco bipartidismo coloca a unos, el poder, deshaciendo, y a otros, la oposición, sonriendo y consintiendo. El corte explota al final en un raudo desenlace sonoro, con unas guitarras que no cesan de silbar hasta que el tema llega su fin.

No a l’empresonament (No al encarcelamiento) podría ser perfectamente la continuación de su predecesora, aunque con la variable temática. Un inicio muy rockero que se desmarca estructuralmente de las demás con el estribillo al principio. No al encarcelamiento de los antifascistas, y que tampoco se les acuse de ser aquello que repudian. Mención especial a la batería, centrada en gran parte en la caja. Por última vez, los Sabotatge recurren al castellano, aunque el título del tema sea en inglés, Fuck speculations. Un crítica a la industria inmobiliaria y a las concesiones que obtienen gracias al poder.

Antes de despedir Guerra Psicològica, una versión, Propaganda de Sepultura, con aproximadamente las mismas costuras que la original; una adaptación a lo que se presupone que es su lengua madre. Finalmente, Fobia, con la colaboración al violoncelo de Alba. Precisamente él es el inicio del final. Tono épico, melancólico, tierno -se podría decir- que se rompe con la voz masculina de Adri y los coros de sus compañeros de equipo. En las postrimerías, el berrido se lo lleva la televisión, o la supremacía que estos tienen en el global de la sociedad.

La banda de L'Arboç del Penedès (Tarragona) firma un trabajo competitivo y enérgico, sin nada que envidiar a las grandes formaciones, cargado de música y de lucha inconformista.