Vagos Permanentes regresan a la calle con su nuevo álbum de estudio, que se convierte en el tercero de la banda. En este disco, bautizado como Regreso al pan duro, los Vagos representan la actualidad de la sociedad jugando con los símiles de títulos de grandes producciones del cine, modificándolos para adaptarlos a los tiempos que vivimos.

Así, el disco comienza con V de Vagueza, que con un fragmento a modo de intro de la película V de Vendetta, nos habla del miedo que han de tener los políticos a la población, a sus demostraciones de poder y a la fuerza de una huelga general, algo que en estos días está a la orden del día. Todo como siempre aliñado con unos ritmos skatalíticos que ya son tradición para el grupo.

Los Muertos del Hambre trata del abismo de desigualdades que ha traído la crisis, el desempleo, las familias destrozadas y desahuciadas por un sistema criminal, que atenaza a la población, señalando que la crisis la terminan pagando como siempre los mismos, mientras que los poderosos no dejan de engordar sus fortunas.

Con unos metales tremendamente potentes y una voz que pone la piel de gallina, La Guerra de los Mudos aborda el crudo caso de la violencia animal, aún tan de moda en nuestro país y que continúa empleándose para fines lúdicos con total impunidad.

En Martin Mas Flais, nos encontramos con ritmos más rumberos mezclados con reggae, que desembocan en un ska que nos habla de un viaje en el tiempo, en el cual se visitan los enclaves más famosos por sus derivados cannabicos.

Queda bastante patente la simpatía del grupo hacia La Guerra de las Galaxias, pues tres de los episodios de este disco juegan con los títulos de la trilogía de George Lucas. Una nueva enseñanza, critica los nuevos criterios de la enseñanza, el idioma es la clave para triunfar o no, mientras que los poderosos hacen alarde de su muy dudosa formación lingüística.

En El Retorno del Jevi, nos reciben unos ritmos medievales que intentan recoger toda la esencia épica de algunas bandas de metal, al tiempo que aplica ese universo fantástico en parte al contexto actual, una lucha por recuperar el legado de bandas como Iron Maiden, Black Sabbath o ACDC.

Tocando todos los palos, intentando no dejarse fuera ningún aspecto de la triste situación actual, en Soy Hacienda, los Vagos recogen todo el resentimiento de la población, que sin haber abusado y sin haber vivido por encima de sus posibilidades, sufren hoy las consecuencias de los turbios negocios de políticos y empresarios, que han evadido un gran capital fuera de nuestras fronteras.

En definitiva un álbum cinéfilo, donde Vagos Permanentes cuentan historias muy reales por desgracia, jugando con un doble sentido, de que la realidad supera en muchos aspectos a la ficción.

Un trabajo crítico, cargado de actualidad y de reproche, intentando sembrar conciencia en miles de mentes aún adormecidas.