Seamos claros. Viga es un grupo del que sí tenía referencias de su existencia, y también que había escuchado algunos temas sueltos, pero sin prestarles demasiada atención. Obviamente, la oferta que actualmente tenemos, hace que sea imposible fijarse con el suficiente detenimiento en todos los grupos, y más si éstos se alejan de tus preferencias o no tienen la suficiente presencia en festivales y diversos bolos.
La sensación que me ofrecían era de un buen grupo heavy, pero nada especial, así que afronté el concierto con la clara y sana intención de empaparme de su música y disfrutar lo máximo posible. Y a fe que lo conseguí.
La primera pista de que iba a ser algo bueno, te la daba la nómina de conocidos personajes del rock que estaban en la presentación. Una nómina extensa y de calidad, con nombres como Mariskal Romero, Begoña Sánchez, cantante del grupo Sibila, Oscar Sancho, de los siempre divertidos Lujuria o el mítico Juan Márquez de Coz (Aquellos que no tengan referencias de este grupo, os recomiendo enfervorecidamente que investiguéis un poco, os llevaréis una buena sorpresa)
Viga es un grupo cuyos miembros tienen ya una larga experiencia en el mundo de la música, y eso se nota, y me da la impresión que realmente lo que buscan es disfrutar con lo que hacen, más que conseguir fama y dinero, por decirlo de algún modo. Y la ecuación en este caso, es simple, ellos disfrutan, tú disfrutas.
El concierto empezó como marcan los cánones para el heavy. Una intro audiovisual , donde mediante un montaje fotográfico, imitando a pistoleros de un western y acompañado de una pieza de música clásica, dieron entrada a un primer bloque donde empezaron desgranando los temas de su nuevo trabajo, de entre todos ellos destaco El mundo de mis sueños, un tema muy 
rítmico e intenso, con un estilo que por momentos me recordaba a Thin Lizzy. Uno de los puntos fuertes de Viga, y que se hizo presente durante todo el concierto, es la muy buena compenetración entre Mariano (Bajo) y Luis (Batería), sin estridencias, sin filigranas, pero impecable en todo momento, dando la impresión de que si quisieran podrían ir más allá y tomar mucho más protagonismo. Otro de los aspectos interesantes de Viga es la capacidad que tienen para recorrer diversos estilos y recoger diferentes influencias que van ofreciendo al público, uno ejemplo puede ser Suelo que pisamos, que por momentos recordaba a Barricada. Aquí Isaak nos muestra una de sus grandes virtudes, y es la amplitud de registros de voz que tiene, y por las píldoras que nos ofreció, le veo perfectamente capaz de actuar en una banda más cercana al black metal, lo que confiere a la actuación personalidad y calidad.
El segundo bloque del concierto dio paso a diversas colaboraciones. La primera de ellas de Tete Novoa (Saratoga) cantando a dúo con Isaak Morir por el Rock, una auténtica heviatada muy apropiada para que ambos cantantes sacasen su lado más metalero, influenciada claramente por Iron Maiden, y que tiene todo para convertirse en un himno del grupo. A esta siguió La Vida, una canción que se salió de la línea del concierto. Empieza como una clásica balada, con una guitarra arpegiada, lenta y suave, y una letra de denuncia, que vino acompañada de la colaboración de Paco Fundi al saxo, para acabar de una forma muy contundente. Un tema muy a tener en cuenta.
Es obvio que en un grupo de rock, las guitarras tienen que ser parte fundamental, y en este caso demostraban su categoría Chechu, como guitarra solista y Josete,como guitarra rítmica , pero aún así es donde ví una de las pocas debilidades del grupo, no se si era por mi situación para escuchar el directo, pero me daba la impresión de que se solapaban una a la otra, compartiendo los acordes, y salvo los momentos de solo, apenas podía oír la guitarra rítmica.
Tras esto, se dio paso al momento más puramente heavy de la noche, tal vez el menos conseguido de la noche, y donde el fiel público que acudió estuvo un poco más tranquilo, contamos con la colaboración de Johnny, vocalista de Baphomet. Aprovecharon para 
darnos a conocer el single del disco, Corruptor de almas, con letra oscura y temática vampírica, y para mí la que es posiblemente la mejor canción del disco, El hijo prófugo, que por momentos me recordaba a Obús y con un estribillo realmente pegadizo, y que rápidamente coreó el público
Y el fin de fiesta. Tres canciones que me dejaron un muy buen sabor de boca. Subió al escenario Juan Márquez de Coz para cantar con Viga Más Sexy, y fiel a su estilo, añadió un punto de anarquía al concierto y al grupo que se agradeció. Se notaba que ambos estaban muy a gusto, y estoy convencido que si hubiese durado un poco más, la mitad del público hubiese subido al escenario a cantar con ellos; Loco peligroso, una canción muy rítmica y bailable y Llama a los Viga, versión de Whola Lotta Rossie de AC/DC, con una letra propia que han adaptado a la melodía original, que es un perfecto broche para acabar la actuación.
En definitiva, gran concierto, con un público animado y que a mi modo de ver disfrutó como disfruté yo mismo, y que me dejó una muy buena sensación, ayudando en todo momento la predisposición de Isaak, buscando constantemente la complicidad de los asistentes. Y si tengo algo que destacar, diré que quedé muy sorprendido con Mariano al bajo. Mucha clase hay ahí, amigos. Concierto totalmente recomendable, y yo lo tengo claro, si tengo oportunidad de verlos de nuevo, no me lo pensaré.
- Maud Bertrand
