Nos acercamos el pasado sábado al Gruta 77 con una duda rondándonos la cabeza, ¿estaríamos a punto de presenciar, además del fin de gira, uno de los últimos conciertos de Luter como banda? Llevaban varias semanas dejándonos mensajes sospechosos que a más de uno nos hicieron temer lo peor, pero como estaban decididos a dejarnos con la duda hasta el final del concierto, hicimos lo mejor que se podía hacer en este caso, olvidarnos de preguntas y disfrutar del final de una gira que les ha llevado por gran parte de la geografía española.
Como no podía ser de otra forma, para este concierto especial se rodearon de amigos, tanto arriba como abajo del escenario, que les arroparían desde el principio hasta el final. Y para empezar contaron con la presencia de Pablo Valdés, encargado de abrir la noche en solitario. Ya habíamos tenido la oportunidad de ver a este asturiano con su banda, los Crazy Lovers, y si en eléctrico nos gustó, ahora tocaba ver cómo se desenvolvía él sólo con su guitarra sobre el escenario, y la verdad es que no nos defraudó.
Si siempre resulta complicado para un grupo ser los primeros en tocar, más aún cuando se trata de un acústico y en una sala como el Gruta, que nunca sabes a qué hora empezará… Así, cuando Pablo Valdés comenzó con "Mi guerra", era poco el público presente en la sala. Eso no le echó para atrás, y con muchas ganas y una sonrisa, nos fue dejando escuchar temas como "La última oportunidad" o "El blues de los ojos cerrados", mientras la gente que se encontraba fuera iban entrando poco a poco, consiguiendo animar al público, que, en "La tormenta" acabarían haciéndole los coros.
Era poco el tiempo del que disponía, y ya en la recta final de su actuación sonarían "La frontera", "Antes de que amanezca" y "La ruta del oeste", despidiéndose así entre aplausos y habiendo cumplido sobradamente con el papel de calentar el ambiente, demostrándonos a todos que, tanto en formato acústico como en eléctrico, merece la pena ir a verle.
No tardaron mucho en aparecer los Luter sobre el escenario, dispuestos a despedirse de su público como se merecen, y para que fueran cogiendo fuerzas empezaron tranquilos, con "Hoy voy", para enseguida empezar a dar caña con "Desvarío" y "A granel", con la que ya consiguieron mover a todo el mundo, especialmente a las primeras filas. Con el público ya en el bolsillo, siguieron cayendo temas como "Pequeños detalles", "Fin", "Barata mi filosofía", que sus incondicionales, entre los que nos encontramos gente de Pamplona, Barcelona… no dejaron de corear.
Aunque podían haber contado con las colaboraciones de muchos músicos conocidos, en esta ocasión prefirieron tener la presencia de amigos más cercanos, y en "Esperpento" pudimos ver a los primeros de ellos, Juan Palacios y Raúl Carnicero, de Rock Estatal, que subieron a cantarse el tema junto a Luter, Fauno y Jandri. Tras esto, y no sin antes agradecer a todos su presencia, nos confirmaron lo que todos estábamos esperando, la continuidad del grupo y la próxima preparación de su tercer disco que pondrá fin a la trilogía formada por Añicos e Ignora, noticia que fue recibida entre aplausos.
Tras un pequeño parón, volvió a salir Luter para tocarnos en acústico una versión de "A trompicones", de Los Reconoces, y "Te echo de menos", de Kiko Veneno, en la que se le unió Jandri, para continuar después el trío al completo con "Technicolor". Con "En un zarzal" volvieron las colaboraciones, está vez de dos amigos de la banda recién llegados de Cataluña, Raúl (ex-Malas Noticias) y Ángel Sánchez. Ya faltaba poco para terminar la fiesta y con "Los cíclopes también tienen corazón" llegó la presentación de los miembros del grupo, momento que aprovechó Luter para darles las gracias por esos cuatro años que llevan juntos.
El set-list que traían preparado se estaba terminando, y con "Acabaré" volvimos a ver a Pablo Valdés sobre el escenario como la última colaboración de la noche. Cuando ya parecía que el bolo había terminado, nos sorprendieron saliendo de nuevo para volver a tocar "Objetos perdidos", con la que definitivamente se despidieron del público para continuar la fiesta fuera del escenario.
Después de este gran fin de gira, sólo nos queda esperar y desear que ese próximo disco no tarde mucho en ver la luz, para volver a disfrutar de los Luter en directo lo más pronto posible.