Martes. Día después del día grande del Carmen, patrona de Santurtzi y de los marineros, en cuyo honor se llevan a cabo cada año a mediados de julio las fiestas de esta aldea de pescadores y sardineras. El recinto de fiestas del Puerto Pesquero hasta los topes. Y desde la Villa de Gernika venían a regalarnos una hora y media de gran concierto Ken Zazpi.
Abrían con el mismo tema que da la salida a su último trabajo de estudio “Ortzemugak begietan” (2010): "Hegoak astindu". Un tema que va in crescendo, perfecto para dar comienzo a un recital, batiendo alas.
La primera sensación era de un sonidazo impresionante, potente y nítido; alto y claro, sonido de concierto de grupo grande de rock, con todas sus letras. Seguro que buena parte de la culpa, además del gran equipo, la tendría el mago de los controles Haritz Harreguy sentado tras la mesa de sonido.
Gran escenario en el que hicieron gala de una gran escenificación, buenos juegos de luces y una gran pantalla en la parte trasera del escenario en la que iban proyectando imágenes alusivas a los temas de cada canción. Todo a lo grande, lo dicho.
Eñaut Elorrieta, ya lo conocemos todos, es un líder carismático, de esos que con su sola presencia llena cualquier escenario, se mueve como pez en el agua, esa agua, ese mar, al que tanto hacen referencia las letras del grupo. Cantando muy bien cada tema, y eso que en el repertorio hay canciones verdaderamente difíciles de cantar, aunque el haga que todo parezca sencillo. Baila, siente cada una de las letras. Interpreta, esa sería la palabra adecuada. Interpreta cada tema y traslada un mar de sensaciones a la audiencia. Pone todo el sentimiento en cada palabra.
Pero a un servidor el que de verdad le deja sin palabras es el bueno del señor Beñat Serna, exquisito con su guitarra y esa sonoridad tan característica que le saca.
En muchos momentos me trae recuerdos del gran The Edge de U2.
Como no, también hay que resaltar la labor de la caja de ritmos; Jon Fresko es un metrónomo humano, sin florituras pero efectivo al 100%, y sobre todo la labor oscura de un músico que le pone toda la base para que este grupo suene como suena en directo, Igor Artzanegi a las cuatro cuerdas en la sala de máquinas de este barco que mece las teclas de Iñaki Zabaleta, poniendo pinceladas de color que decoran el resultado final.
Buen equilibrio entre los temas que compusieron el repertorio, aunque cargando más hacia las canciones de sus dos últimos trabajos.
Iban cayendo "Nire lurrari", "... eta azkenak hasiera" sobresaliendo el teclado de Iñaki en la primera gran interpretación de la noche musicando las palabras de la bertsolari Maialen Lujanbio, "Ez nau izutzen", canción que abría su trabajo “Argiak” del 2.007, que sonó potentísimo, "Olatuz olatu", ...
Y llegaba ese momento que siempre espero con todas las ganas.
Recuerdo cuando cayó en mis manos por primera vez el mencionado “Argiak”; llegó el tema 7 y me dejó impactado; dejé terminar el disco y seguido repetí ni se las veces ese homenaje a los bombardeados: "Gernikan". Siempre los pelos de punta, ese reflejo del cuadro de Picasso, esa relación de nombres, de personas civiles que fueron masacradas un lunes 26 de abril de 1937, día de mercado, entre las 16:30 y las 19:30, de infausto recuerdo. Merecido homenaje que Eñaut hizo extensible a los demás pueblos que fueron bombardeados.
Como siempre a su finalización reventando a aplaudir.
Nunca les podré agradecer suficientemente que crearan esta canción.
Seguidamente nos traían uno de los temas que compusieron expresamente para aquel directo en acústico “Gelditu denbora” del año 2005: "Irudi biluztuak". Es un tema que me recuerda a los británicos Oasis.
Momento que todos estaban esperando, llegaba esa canción tan famosa, uno de esos extraños casos, por desgracia, que aún siendo en euskera trasciende las fronteras de Euskal Herria y se hace conocida lejos estos pagos: "Ilargia"
Para ir concatenando un puñado de míticos temas del grupo, "Malen" y su relato del amor y el cariño que trasciende todas las barreras y los barrotes que se le quieran interponer, "Gutuna", "Haizea", preciosas guitarras flotando alrededor del arraigo e influencia de los temas de Mikel Laboa en toda una generación. Cada cual más redonda.
Retomaban los temas de su último trabajo con "Hel nazazu eskutik" en la cual el que escribe siempre encuentra reminiscencias a ese "Where the streets have no name" de los irlandeses U2. Una verdadera gozada disfrutar de las notas de Beñat y la interpretación de Eñaut.
"Iluntzean", ese trallazo que nos trae recuerdos de adolescencia, dibujando el precioso puerto de Mundaka y nuestro Cantábrico.
Una "Bihar" intensísima fue otra de las mejores de la noche. El grupo al completo rayando a una gran altura.
"Itsasoa gara", en este enclave del puerto de Santurtzi se multiplicaba exponencialmente todo el significado de esta metáfora. Preciosa.
Las palabras del poeta Joseba Sarrionaindia nos llegaban de la mano de "Hemen gaude" en una interpretación intensa e intimista. Deliciosa.
Solo quedaba la traca final, comenzando por el "Zenbat min" de su primer disco, el primer sencillo del “Argiak”, "Noizbait" y echando el cierre con el "Zapalduen olerkia" tema reiteradamente demandado por el público durante toda la actuación.
Lo dicho, concierto de grupo grande de rock.
Aunque, como en todo, siempre hay alguna pequeña pega.
Se hace inaguantable el fenómeno "grupi" histérico que acarrea el grupo, que llega incluso a vaciar de contenido muchas de sus canciones reivindicativas, sinceramente. Pero esto es un tema en nada achacable al grupo en sí, ni remotamente.
Y la espinita clavada de algunos temas que por unas u otras razones a uno le encantan y que no sonaron, como "Itxaropena", la tremenda "Bala bat lurpean" de su último disco, que estoy convencido que en directo tiene que quedar muy bien, y sobre todo esa joyita escondida al final de ese último trabajo de estudio, otra de las letras de Joseba Sarrionaindia a las que ponen música, "Giltzak" que personalmente veo difícil que lleguen a tocar nunca en directo, aunque estoy seguro que como entrada a unos bises resultaría genial.
Pero nada de esto puedo evitar que disfrutáramos de una gran noche.
- Itxaso Garcia