CRÓNICA: Mama Ladilla + Los Gandules en Madrid (Marzo de 2013)

Mama Ladilla + Los Gandules en Madrid (Marzo de 2013) Rock Kitchen
Madrid

9 de Marzo de 2013

Todos sabemos que hay ciertas cosas que cuando las juntamos sabemos que no van a deparar nada bueno. El Mentos con la Coca Cola, Massiel y una barra libre, australianos en San Fermin... Y aun con todo sigue imperando en muchos de nosotros un runrun incesante que repite ¿Y lo que nos vamos a reír qué? Pues algo así es lo que ocurre cuando juntas elementos como Los Gandules y Mamá Ladilla en una misma cazuela, y si encima le añadimos ilustraciones proyectadas en tiempo real nos sale un Mundo Idiota dibujado la mar de majo.

Sin embargo los primeros en aparecen sobre las tablas de la madrileña sala Rock Kitchen fueron esos cuñados gorrones que se apuntan a todos los saraos, tengan o no invitación. Me refiero a los adalides del imperialismo alemán que azota nuestras escuelas, nuestras iglesias, nuestros hogares del pensionista..., sí, a esos hijos de la grandísima Merkel, ese dueto de música maligna llamados: Die Scaphandra. Y es que venidos directamente desde la Baja Sajonia, o de Renania-Westfalia, vaya usted a saber, interpretaron sus grandes clásicos, amén de otras composiciones más actuales como el soneto basado en el producto de teletienda “Nicer Dicer”, o la tonadilla de Bob Esponja, que en su idioma natal se dice SpongeBob Schwammkopf, (no hay huevos a pronunciarlo, ni a ponerlo en una chapita, eh?)

Con los alemanes enviados ya de vuelta a su planeta, comenzaba este experimento surrealista. Explíquemoslo una vez más por si no ha quedado claro, encima del escenario tenemos a cada grupo haciendo sus canciones, o lo que sea... y también en el escenario un dibujante (uno para cada grupo) con su mesa, sus papeles y sus rotuladores proyectando al público sus creaciones.

Mama Ladilla + Los Gandules en Madrid (Marzo de 2013)Comenzaban el cotarro “Los Gandules“, que traían como dibujante al también zaragozano Alberto Calvo. El resultado ya podemos anticipar que fue cuanto menos, lisérgico. A Los Gandules quien más quien menos ya los conocemos y sabemos que no sabemos nada. Lo impredecible domina. Los derroteros pueden ir por cualquier lado, sabes que te vas a reir, ahora el cómo...

Ahora, la conjunción del dueto maño, con Alberto Calvo alcanzó proporciones dificilmente explicables con palabras. Y es que aunque la actuación era de los Gandules, el verdadero protagonista fue el dibujante que los acompañaba. Con un aspecto físico que recordaba un poco a esos maníacos escapados del manicomio que sembraban el terror en una pequeña comunidad de película americana de escaso presupuesto, Alberto dio rienda suelta a su instinto con dibujos propios de una mente que muy cuerda no está. Tontunas varias, escatologías y dejes propios de un demente (Nada que ver con los hinchas del Estudiantes). Simplemente había que verlo, pero si hay que quedarse con una imagen, es con la de Santi y Roberto (Gandules) parando sus canciones cada pocos segundos para ver las ocurrencias de Alberto como dos espectadores más. Y es que a diferencia de Mamá Ladilla, de quien hablaremos más adelante, aquí lo que vivimos fue un ejercico de improvisación pocas veces visto en un... Bueno en lo que fuera esto.

Asi que si ya antes teníamos a los citados Gandules, a Manolo Kabezabolo, a Bunbury y el nuevo fichaje de Alberto Calvo...¿Qué coño lleva el Ebro cuando pasa por Zaragoza?

Y bueno, que no se me olvide, Los Gandules tienen nuevo disco en las megastores de todo el país! “Mañanas de Petanca“ Pudimos disfrutar de muchas de ellas y amén de otros de sus clásicos y la nueva versión de La Decada Apestosa Mix. Ve a verlos.

En la otra esquina del Ring, con 230 Kilos de peso entre los tres, y con el Tío Llors al bajo, Mama Ladilla. Con Paco Álcazar a los lápices el trío Madrileño se presentaba en este Mundo Idiota dibujado con un estilo muy diferente al de sus predecesores maños. Si bien las bases eran las mismas, música y dibujos, tanto músicos como dibujante venían ya con los deberes hechos de casa y eso se notaba. El ritmo era como el de un martillo pilón, un dibujo cada dos canciones y tiempos muy bien medidos. Por un lado está claro que se pierde frescura y más si lo comparamos con lo visto anteriormente, por el otro, estos eran mucho más lo que entendemos por dibujos. Bocetos a lapiz, su coloreado, bordes remarcados, mucho más detalle...en definitiva, más tiempo dedicado al proyecto. Así fueron protagonistas el reciente Papa dimitido, Nestor Patou o nuestro querido amigo Bárcenas (Eh, debo de ser de los primeros que escribe algo y no te pone a caer de un burro... un sobre pa' quí!!!)

Mama Ladilla + Los Gandules en Madrid (Marzo de 2013)Sobre el concierto de Mamá Ladilla, pues como en lo dibujado, nada que se saliera especialmente del guión, ya que como hemos comentado en otras ocasiones, no son dados a grandes cambios, se reservan la brillantez para la hora de componer canciones. Aunque sí que me gustaría señalar un detalle feo ocurrido durante su concierto, y totalmente ajeno al grupo. Me refiero a las malas artes de un reducido grupo de asistentes en los pogos que se produjeron en algunas de sus canciones. Por lo general el estilo de Mamá Ladilla no da lugar a grandes pogos como de otros grupos, pero si así lo sientes eres totalmente libre de hacerlo y de bailarlo con tus colegas o con quien se una a él, eso está muy bien y es hasta muy sano. Lo que no está bien es que te dediques a dar puñetazos y codazos al resto de participantes, ni tampoco que lances a la gente contra otros que no están haciendo pogo, porque lo normal es que alguien se quede con ganas de calzarte una hostia, y a lo mejor llega un día que no se queda con las ganas. No me pasó a mí, pero lo ví y lo digo como recomendación en voz alta.

Al igual que con los Gandules no me voy a detener en enumerar sus canciones, creo que en este mundo idiota dibujado los verdaderos protagonistas del concierto no eran los músicos. Y es que se hace dificil hacer un resumen de lo vivido, fundamentalmente por lo novedoso del formato. Normalmente las conclusiones se suelen sacar a partir de las experiencias vividas, y aquí no hay nada de eso. Ahora, me parece un auténtico acierto aunar música, risas y dibujos en vivo. Le da otra dimensión más a un espectáculo que ya de por sí se sale de lo convencional, y que si se hace bien se puede llegar a todo tipo de públicos, independientemente de los gustos musicales de base de cada uno.

O por resumirlo un poco más: Yo, si puedo, repito.

  • Nuria López
  • Raul Ortega

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