Así como se esfumaron paulatinamente, sin ruido y sin complicaciones allá por el año 2009, Le Punk han decidido que a pesar de estar cada uno involucrado en diferentes proyectos, siempre que les apetezca, volverán a los escenarios e incluso tal vez a grabar material. No se trata de una “reunión de regreso”, sino más bien de un regreso para reunirse y disfrutar de lo que más saben: marcar el ritmo La logia de la Canalla.
La cita era en la Joy Eslava, así que allí nos encontramos con el entrañable Charly Rock and Roll, también colaborador de ZonaRuido, con muchas expectativas al respecto de lo que nos depararía este show.
La sala a priori parecía que iba a estar un poco vacía, o tal vez es que habíamos llegado muy pronto, ya que en cuestión de minutos, poco antes de comenzar el concierto, casi como por arte de magia, ya se veía rebosante de público con ganas de los de Alameda de Osuna.
A las nueve en punto de la noche se apagaron las luces y las siluetas de los músicos se deslizaron en el escenario como peces en el agua. Y así empezaron a sonar los primeros acordes de "Enemigo Equivocado", para cautivar al público con amor a primera escucha. Siguiendo con "El delito" y "Nacemos solos". Alfa ya se empezaba a mover sensualmente por el escenario con su botella de vino tinto y su actitud punky adorable.
A todo el grupo se lo veía como muy buen rollo, y no dejaron de agradecer al público en reiteradas ocasiones: "Muchas gracias por haber venido y haber hecho el esfuerzo de pagar la entrada para vernos…" Ya sabemos que la situación está complicada, pero sin dudas, los fans no podían dejar pasar esta oportunidad de verlos.
El sonido fue excelente y la sección de vientos (Los Lepunkettes) no hizo más que sumar y sumar en el sonido del grupo, por momentos más swing que nunca, pero por supuesto sin dejar de lado las cadencias tangueras a las que nos tienen acostumbrados. Joe Eceiza brilló en las seis cuerdas con ejecuciones precisas y cargadas de sentimiento. Patillas y Nacho en bajo y batería respectivamente, fuero una base más que contundente y sobresaliente. Alfa en la voz y guitarra, siempre brillando y sonriendo. La alegría estaba repartida entre escenario y público, eso quedó más que claro.
¿Qué decir del repertorio? Fue muy completo y ciento por cien disfrutable, incluso para alguna pequeña parte del público que apenas conocían algunas canciones. Recorriendo piezas que ya son clásicas del grupo como "La noria", "La virgen de la soledad", "La canción del soldado" o "Así me va".
Ni quiera faltó "La lukto estas perdita", "¿Habéis estado estudiando Esperanto estos último tres años?", preguntaba Alfa haciendo referencia al idioma en que está cantada esta canción. Para ese entonces, ya estábamos totalmente entregados a la magia de Le Punk.
Llegando el final, Alfa anunció entre risas: "Vamos a hacer una canción con la que nos hicimos millonarios y famosos", dándole paso a "Te llevo en el corazón", con el espíritu de Enrique Bunbury flotando por el aire.
Llegaba el momento de la despedida, y nadie quería irse, porque resultaba impensable que no se despidieran con "Compañeros", ese himno tan significativo, con Alfa en la guitarra acústica y el resto del grupo de pie a su lado haciendo los fervorosos coros: "Porque seamos compañeros durante 500 años, que seamos camaradas durante 1000 años más, que la vida no nos separe y que el mundo por mal que ruede respete nuestra tristeza y también nuestro cantar..."
¡Qué así sea! Que haya Le Punk por muchos años más, aunque sea esporádicamente, pero que nunca nos falte. ¡Salud!
- Charly rock and roll
