Gozamos con el cuarto concierto de la gira "Oceanidae" de Vita Imana en su primera visita a Zaragoza. Con un horario casi clavado por las bandas abrió el concierto Nami, banda procedente de Andorra la Vella, casi desconocidos por todos los presentes y dejaron muy buena sensación.
Con un estilo melódico entremezclaban voces y ritmos Doom y Black en sus temas presentando un gran directo. Agradecieron y se mostraron contentos de poder girar con Vita Imana durante algunos conciertos y se hicieron eco de que ellos también presentaban su segundo álbum, The Eternal Light Of The Unconscious Mind, grabado a caballo entre Andorra y Suecia en 2013. Recomendable conocer a Nami, que con temas como Awakening from Lethargy o sus nuevas Silent Mouth o Ariadna son un referente en el metal del Pirineo y aunque desconocidos por nosotros ya se mueven y distribuyen por gran parte de Europa.
Tras su actuación, el cambio entre bandas fue un pelín largo y aunque al principio de la actuación el sonido fue algo desigual, cosa que se arregló a las pocas canciones se entendió del porque de tanto retraso. Cambios y más cambios, pedales, guitarras, mazas para cada canción, etc. Vita Imana se deshizo para clavar su actuación canción a canción y desplegó todos los medios técnicos y escénicos a su alcance. Javier, que derrochó energías como es habitual, y los suyos repasaron prácticamente todo el nuevo disco y algunos de sus clásicos, así empezarían con temas como su primer track de OceanidaeDepredador de Luz, ya conocida por una sala que llenaba su espacio de conciertos en gran medida y temas como Equilibrio yAblepsia en donde Miriam a la percusión y el resto de la banda arrancaban las primeras descarga de bendito ruido ganándose al público.
Guitarras, cambios, conversaciones de Javier indicando que era su primera visita por la capital maña y prometiendo volver. El primer locurón de la noche se produjo al volver a sus inicios con el tema Godwana, donde la sala empezó a gritar y botar al unísono con la banda e incluso hay quien se animó a cantar con Javier (y dando el nivel muy decentemente). Destacar en todos estos momentos el buen sonido de la percusión, básica en el sonido Vita Imana y en particular la multiplicación de Miriam que era capaz de hacer sonar "demasiados" sonidos e instrumentos a la vez con una facilidad increíblemente cierta.
En el mismo sentido, gran sonido de la sala Explosivo, que aunque peculiar en su forma (es una sala de fiestas con pista de baile incluida) presentó un sonido rozando el excelente. Siguieron con el disco nuevo con temas como quizás la más oscura del último disco Oceanidae o Manos de Sangre, balazo al estilo Godwana en contra del maltrato animal. No se olvidaron de su segundo disco, Uluth, y sonarían Un nuevo sol, la gran deseada y pogueada Romper con todo y Animal. Temas utilizados por Javier para desear un feliz cumpleaños a una fan y agradecer a un chico llegado de Propio, desde la misma Rumania, para el concierto. Y aunque se echó en falta Mar del cristales del último disco, ya tocaba el tiempo de la tralla final repasando temas clásicos y no usaron más que Paranoia para buscar el wall of death entre los presentes, que seguiría a varios viajes de Javier entre el público o sobre este en esta canción y en Quizás no sea nadie. Amagarían la despedida con la nueva Oxígeno, un auténtico exitazo en directo que no puede dejar indiferente a nadie, puro Vita Imana: doble bombo, percusión, guitarras y un Javier pletórico ante una letra muy del grupo en defensa de la búsqueda del yo de cada uno. Tras esta cerrarían con otra nueva, 6 almas, dándose Javier un último paseo por la sala y reivindicando a los seis miembros que conforman Vita Imana y que se retratarían en un tan de moda Selfish final.
Grata sorpresa de Nami y a la altura de lo esperado Vita Imana que convalidan su gran directo con un nuevo disco de lo mejor que se ha grabado en su género en este último año.
- Jorge a.C