«Cuando alguien desembarca en un lugar diferente, por muchas historias que haya leído, por muchas imágenes que haya observado, por más que lo haya imaginado, siempre se sorprende y se hace la misma pregunta: ¿cómo he llegado hasta aquí?»
Suso Mourelo, "Las cinco tumbas de Gengis Hkan".
11 DE FEBRERO DE 2012
Encaramos un día brillante, de esos de un cielo azul inmenso sin rastro de nubes, un sábado luminoso y frío en el que a las cuatro de la tarde parece que la ciudad descanse. Ayer decidimos aparcar las prisas y que la de hoy fuera una jornada serena y abierta a los descubrimientos, una jornada que, no nos engañemos, hemos comenzado tarde.
Aún no hemos visto un alma en la calle y la carretera, prácticamente vacía, nos invita a emprender el viaje. El plan: acompañar a Luter de Madrid a Guadalajara y vivir con la banda un concierto de principio a fin. Hoy ellos impondrán el horario de ruta, nosotros pondremos las ganas, los oídos y la vista, sobre todo la vista, pues estamos decididos a hacer del viaje un camino de miradas, de detalles y gestos, en el que empaparnos del sentimiento y llevarnos una vivencia lo más parecida posible a la que pueda experimentar cualquiera de los miembros del grupo.
Somos dos y llevamos el bloc de notas y la cámara de fotos. Esperemos que las imágenes nos expliquen y las palabras sean lo suficientemente claras como para que se nos entienda. Comienza así nuestro viaje; sea.
17:30 EN EL LOCAL
...y como viene a ocurrir en las mejores familias: la que tenía que ser no era, sino que era la calle de al lado; (disculpen la sinceridad, aunque para eso vinimos) ha sido una confusión cómica e insignificante, pero el hecho es que para cuando nos vemos, Luter y Jandri ya casi han terminado de cargar el equipo en los coches. A Fauno, el tercero en discordia, le encontraremos en Guadalajara; qué culpa tiene él de vivir a menos de un kilómetro de la sala de conciertos. Nosotros, que deberíamos haber llegado con tiempo, podríamos haberle suplido. En otra será.
Para resarcir el entuerto y antes de partir, como es de rigor al encontrarse con amigos, hay que tomarse una cerveza. No somos los únicos, los locales están llenos de vida; David es un ejemplo.
18:00 EN RUTA
No nos vamos a engañar, un leve runrún nos recorre la barriga, lo que demuestra que hay ganas, y muchas. Y si a nosotros el cuerpo nos pide guerra, el coche, al que no queda otra que atenderle, exige su ración de gasolina.
La de Guadalajara es la penúltima cita de la gira de presentación de "Ignora", un viaje de muchos meses a lo largo y ancho de todo el Estado, que supongo que los protagonistas vivirán con una mezcla de pena y alegría.
Queremos adivinar este sentimiento en un comentario de Jandri, que sin ser literal, viene a especular sobre cuándo se volverán a ver en una de éstas.
La alegría sin embargo, no hace falta especularla; la charla va acompañada de todo tipo de comentarios jocosos. Son gente de fácil conversación y en seguida, dos extraños como nosotros, se sienten como en casa.
19:00 PRUEBA DE SONIDO
Parte del trabajo del grupo en su faceta más mecánica, la de la carga, porte y descarga del equipo, está hecha. Intuimos que en adelante, al cruzar la puerta de la sala, la noche irá por sus propios derroteros, igual que el resto de noches de una gira cualquiera, cada cual con sus particularidades. Por lo pronto, ésta la compartiremos.
Para nosotros ver una sala vacía sorprende, cuesta encajar mentalmente las más de doscientas personas que nos dicen que entran, pero guardamos la reflexión en silencio. Qué se les pasará a ellos por la cabeza es una incógnita mucho más interesante, que suponemos irá desde cambios en el repertorio hasta el deseo de colgar el aforo completo.
La prueba de sonido en sí, su comienzo, para ser más exactos, descubre otra anécdota: apenas un cuarto de hora después de entrar por la puerta Jandri ya está sentado y aporrea la batería. No es de extrañar, lleva la práctica de los meses a sus espaldas y hablamos de un tipo muy vivo, pero no adelantemos, comentaremos sobre él más adelante.
Es momento de mirar, aprender en la medida de lo posible y conocer a la gente que llega. El técnico, por cierto un chaval muy eficiente, esperaba allí; los demás, incluido Fauno, se dejan caer a cuenta gotas, en un chorreo incesante que no se detiene hasta la entrada de los teloneros.
20:50 LA ESPERA
Han sido casi dos horas de prueba de sonido. De un lado, y por este orden, Jandri, Luter, Fauno y un par de temas del grupo al completo. Del otro, los que esta noche serán los teloneros, el grupo maño Los Inestables, que abrirán el concierto a las 23:00 horas. Para los que no somos expertos, la cosa ha quedado a punto, para ellos suponemos que crecen los nervios y empieza una larga espera, que los acompañantes pretendemos hacer más llevadera.
Nos sentamos a la mesa y el bar se llena de conversaciones, risas y encuentros. Amigos de una y otra banda se citan allí, saludan, comentan el día a día o, simple y llanamente, dan ánimos a los grupos, que de eso se trata. Nosotros, para que engañarnos y sin miedo a repetirme, nos sentimos colegas de toda la vida, lo que se agradece y de qué manera.
Llevamos juntos toda la tarde y, además de congeniar, vas viendo o crees ver al rebujo de la cerveza, el ánimo de cada cuál o, al menos, como esconden su estado de nervios. Los "pequeños detalles" que diría Luter tras las caras y los aspavientos.
Jandri, como apuntamos antes, es un tipo muy vivo; al entrar en un establecimiento es seguro el primero que se fija en el color de las paredes o la posición de los objetos que hay a la vista. Aparte, es muy alegre, lo que queda lejos de decir que todo lo interpreta como una fiesta: serio cuando hay que serlo y profesional a la hora de tocar.
Fauno es quizás el más nervioso de los tres. Sus ojos delatan que anda dándole vueltas al coco, algo comprensible si sabes que juega en casa y entiendes la responsabilidad que eso conlleva; familia y amigos pueden llegar a ser un público muy exigente. Aún así es un excelente conversador, de esos con los que pasarse las horas muertas y en ésta, no lo olvidemos, le toca ejercer de anfitrión.
A Luter, que tiene palabras para todo el que se acerca, se le ve más suelto, bien sea por la madre experiencia o por el dominio que tenga de sí mismo. A resaltar: sabe escuchar con la mirada, una gran virtud, de hecho no ha parado de rajar un momento y aunque le veas absorto en un diálogo, esta al quite de la situación. Un ejemplo: quién pensáis que controla la hora de irse...
Además de los músicos, nos acompaña Julito, un tipo que hemos conocido hace sólo unas horas y que hasta hace bien poco mantenía en activo su proyecto musical. A esta gente cuesta mucho no parar de chincharles entre bromas y brindis, será el sentimiento pero a todos nos gusta compartir una mesa si es de esta forma.
A las puertas del local somos testigos de la química entre la banda y su público; unos llegan a la sala en ese preciso momento, otros deciden salir a fumar y los Luter regresan para dar su concierto. El encuentro, en apariencia cotidiano, traduce el cariño mutuo que existe y, por qué no decirlo, cierto respeto. Es imposible conservar todos los detalles, o fotografiar tal cantidad de gestos: besos, choques de manos, preguntas previas, y cigarros compartidos. Señores, como quién dice, las luces se apagan y el evento está próximo a comenzar.
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23:20 CAMERINOS
{pic39}Entramos a los camerinos con los ojos muy abiertos, conscientes de pisar el centro neurálgico del concierto. En cierto sentido, somos testigos de la fase de cocción del espectáculo, un privilegio y, a la vez, una responsabilidad en el compromiso que adquirimos de transmitirlo de la manera más fiel.
Las imágenes, poco a poco, le van ganando el terreno a las palabras; la luz muy tenue, vasos, hielo y algo de bebida sobre la mesa, silencio cómplice y sentido con unos Inestables que defienden lo suyo frente al respetable, el rito de cambiarse para salir al escenario, la dosis justa de comentarios para templar los ánimos, miradas furtivas al público...
{pic55}00:10 EL CONCIERTO
La de aquí no pretende ser la crónica del concierto, de hecho, observándolo desde el prisma del que lo hacemos, el como supera con creces al cuando. Me explico: en el camerino hemos visto el orden de temas, pero pesa más la reacción del público que la canción que suena o está por llegar.
Te quedas con los aplausos, con Julito agachado al pie del escenario a la espera de cambiarle la guitarra a Luter, con el gesto de Fauno para pedir que le suban la presencia del bajo en los monitores, con la colaboración del amigo "David el pelos" a la guitarra y, cómo no, con la cara del público, sus coros y su sonrisa.
El público sentencia la calidad del concierto y las cerca de 200 personas de esta noche -sí, la asistencia cumple las expectativas- se manifiestan: el veredicto es favorable. Canciones como "Esperpento" o "Quitabien" se convierten en himnos y, por fin, allí arriba, junto a Los Inestables, disfrutamos del éxito de nuestros amigos Luter.
Un día como hoy, a una semana vista de aquella jornada del sábado 11 de febrero de 2012 en la sala Bumerang de Guadalajara, uno siente que ha sido partícipe de algo muy especial, seguro que equivalente a lo que se reproduce en cada localidad en la que se programa un concierto de la gira, pero único e irrepetible. Esa es en definitiva la magia del rock y lo que hemos visto reflejado en cada una de las imágenes que nos hemos traído.
¡Larga vida!
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