Cuatro años después, Mala Reputación nos presenta su nuevo trabajo, que lleva por título Carácter. Cuatro años que a algunos se nos han hecho un poco largos, y que conseguimos sortear con la publicación de su trabajo en directo Buenas Noches, pero ya había ganas, y muchas de escuchar sus nuevas composiciones. La espera ha merecido la pena y por fin tenemos en nuestras manos posiblemente uno de los trabajos más esperados del año, lo cual no es poco decir, ya que estamos ante uno de los años más prolíficos en la publicación de nuevos discos del panorama rock nacional.

Lo mejor que se puede decir del disco es que es un trabajo muy Mala Reputación, caracterizado por una forma de trabajar la música que han desarrollado y evolucionado durante todos sus años de existencia, proporcionándoles un sonido muy exclusivo y reconocible allí donde suenen, y es una de las mejores cosas que se pueden decir de un grupo, ya que, sin olvidar cuales fueron sus referentes a la hora de componer, son ellos los que ahora marcan tendencias dentro del rock.

El disco comienza con dos temas que no deparan ninguna sorpresa y que retrotraen a su sonido tan característico y reconocible, el primero de estos temas es Peligro de extinción, es un tema muy del estilo de Mala Reputación, muy en la línea de sus antiguos trabajos, canción potente, con una letra con marcado carácter social, buscando remover conciencias, donde destaca sobre manera el estribillo y los coros que le confieren la energía necesaria para acompañar la letra. Mucho más fácil, sigue la misma tónica, un tema que a medida que avanza va cogiendo más y más fuerza para acabar como un cañón.

Tras un inicio que podemos considerar un modus operandi característico del grupo, nos llegan dos temas que rompen con la línea establecida y que para mí son lo más destacado de Carácter. Benditos Juegos, corta el ritmo del disco, con una intro basada en uno de los fuertes del grupo, composiciones apoyadas en instrumentos clásicos como el piano y, en este caso el chelo, y una canción que automáticamente se pondrá junto a sus grandes temas como Cristal. Ceremonia es sin duda la canción himno del disco, un inicio que se te mete directamente en el cerebro, y que posiblemente cuando acabes de oír el disco, sea lo más recordable del mismo, y probablemente la que más me gustó del disco, sobre todo por la incorporación de esos silbidos, que me llevan sin remedio a recordar a Ennio Morricone, ya sé que no es una referencia excesivamente rockera, pero no son todo guitarras en el mundo.

Tras estos dos temas nos vuelve a dirigir por caminos más tradicionales y conocidos, como Silencio, con un estribillo rotundo tanto en instrumentos como en la forma de entonar, muy grave, lo que le da a la canción un gran cuerpo y contundencia. Lo mismo que con La muerte de don Nadie y Peter Pan. Se afianza en este trío de temas esa idea de que Mala Reputación no es un grupo de escucha fácil. Son canciones que en un primer momento tal vez no enganchen con la misma facilidad que otros temas u otros grupos, pero la calidad innata que se desprende de su música y sus letras hacen que poco a poco tengan un mejor sabor, y a medida que las escuchas más y más te gustan.

Sin vergüenza es sin duda el tema más duro del disco, rápido, corto y con un final abrupto con unas buenísimas guitarras y con el coro de Hernán, cantante de Sinestesia, que pone el contrapunto con unos coros muy metaleros, además de que vuelve a romper el ritmo del disco y que nos deja perfectamente preparados para afrontar su parte final, donde tenemos Cruel combate, donde vuelven a hacer uso del piano y violines para soltar un auténtico trallazo de guitarra y batería muy intenso. Y Levedad, un tema muy pegadizo y que sirve como perfecto colofón a un muy buen trabajo.

En definitiva, estamos ante un disco un poco más sencillo en la elaboración que su anterior trabajo, sin tantos arreglos, y dándole un protagonismo más evidente si cabe a las letras y a la utilización de los coros, uno de los puntos fuertes por excelencia de Mala Reputación y que en esta ocasión llevan a un altísimo nivel. Ahora toca a disfrutarlo y degustarlo, no vaya a ser que nos tengan otros cuatro años esperando.