Muchas ganas había de ver a La Frontera por parte de quién escribe, un grupo mítico al que no había tenido la ocasión de ir. Pero se presentó la oportunidad y no hubo dudas.
El concierto comenzó con el grupo Gwen & The Boppin Ryhtm. Un grupo de versiones, con temas propios, con un estilo al de la música americana de los 50, con toques eléctricos más modernos, un quinteto del que destacaría sobre todo la voz de la cantante.
Un grupo alegre y fresco, la introducción de contrabajo le da un sonido especial y diferente, muy rockabilly, al gusto de los muchos rockers que había en la sala, con sus afilados tupés. Destacaron las canciones Oh Darling de The Beatles, el Burning Love de Elvis o el Tainted Love de Soft Cell
Después de una cerveza fresca nos preparamos para el momento. Soplaba el viento, el polvo del desierto en nuestra cara….y entraron los jinetes como si de OK Corral se tratara, pegando tiros a grito de yiiiiiiiiiiiiiija!!!!!. Solo faltaban los caballos, cuando sonaba Dos Balas Perdidas, en ese momento el respetable sabía lo que venía y no le iba a defraudar.
Se notaba muy buen rollo en la sala, el grupo muy activo, el cantante atento de que todo el mundo lo pasara bien, saludando, poniendo caras, muy divertido.
Siguieron sonando temas clásicos como Dulce Tentación, La ley de la Horca, El límite y sobre todo Juan Antonio Cortés, tantos años pensando que el cantante se llamaba así, como diría una amiga…..¡¡y resulta que no!!.
Para terminar el tiroteo y bajar victoriosos del escenario tocaron Judas el Miserable, Si el whisky no te arruina, Siete Calaveras o Pobre Tahúr, y yo destacaría Cielo del Sur, un temazo.
El fin de fiesta lo puso Viva Las Vegas, y todos nos fuimos con una sonrisilla y buenas sensaciones y con ganas de más canciones, de que no acabara, como se tiene que salir de un concierto de rock, con ganas de que no acabe nunca.
Para resumir diría que los asistentes presenciamos un excelente concierto de un grupo con el que crecimos los que ya tenemos una edad, al que le queda mucha tela que cortar, con muchas tablas en el escenario y sobre todo, que es lo que importa, muy buenas canciones de rock. Un conciertazo.
- Charly rock and roll
