Para comenzar el año de conciertos teníamos una cita de lo más roncarolera en Gruta77. Impulso y R ke R iban a llenar de acordes una fría noche de enero y que casi servía de preámbulo a la llegada de sus majestades los reyes de oriente.
El quinteto madrileño R ke R fueron los encargados de calentar el ambiente con su rock and roll directo y sin superfluas florituras. La primera canción en sonar fue “Vista al frente”, que musicalmente corresponde a “While my guitar gently weeps” de los Beatles. Continuaron con “La nueva referencia” y la funky “Manué”, que contó con la colaboración de un antiguo miembro del grupo. Versión de la archiconocida y siempre bien recibida “Vicio” de Reincidentes, seguida de “Mi tiempo” y “Malas caras”. Transcurrido este periodo el ambiente se había caldeado lo suficiente como para que las primeras filas se movieran visiblemente. Las dos siguientes canciones, algo más lentas y con cierto regusto a Fito, fueron “Whisky barato” y “Todo lo que quiero”, y volvieron a imprimir velocidad con “La noria”, que además tuvo la colaboración de Jorge, vocalista y guitarra de Encrudo. Enfilábamos la recta final de la actuación con una versión del “Whisky in the jar”, que en sus manos se mueve a medio camino entre la de Thin Lizzy y la de Metallica. “A tu suerte”, que recordaba un poco a Extremoduro, dio la entrada a una nueva versión, “Jesucristo García”, de los extremeños, como no podía ser de otra manera. Sin salir de escena y con alguien del público pidiendo insistentemente “Carteras”, afrontaron su único bis: “Insuficiente” en el que en mitad del rock and roll suenan los acordes del “Highway Star” de los Deep Purple. Una buena actuación que animó a los presentes y que dejaba la velada a punto de caramelo para la llegada de Impulso.
Los también madrileños Impulso llevan tiempo, con su primer álbum “Maneras de clavar un alfiler” bajo el brazo, recorriendo todo el territorio que pueden y haciéndose un nombre en el socavón que dejaron los Platero y Tú con su separación. Muchos son los que quieren erigirse como herederos de los bilbaínos, y los Impulso, que no ocultan su devoción por ellos, están sin duda en el grupo de cabeza.
Abrieron su concierto con “Partirse el pecho” a la que siguieron “Esta es mi vida” y “Tiembla la voz” en la que incluyeron un “Buenas noches Carabanchel” al más puro estilo del maestro Rosendo. Un breve parón y un duelo de guitarras para empezar con “Declaración de principios” y con, nuevamente, Jorge de Encrudo, “Veredicto”, la más política del disco. La primera versión de su show fue “Entre dos mares”, de Platero, por supuesto. La sala contagiaba a los componentes del grupo, que habían empezado un poco parados. Un inicio de lo más blusero para “Vestida de azul”, “Noches de cintura” nos recordó por momentos a “Me dan miedo las noches” y llegaron hasta “Feo, fuerte y formal”, versión de Loquillo, que fue muy coreada por los asistentes. Llegábamos ya a los últimos compases con “Sinvergüenza” y la muy esperada y hasta ahora himno de la banda “Soy”.
Buena noche de rock and roll, y que rodeado de amigos se convierte en algo imprescindible de vez en cuando.
- Olga Alonso