El pasado fin de semana del 4 y 5 de mayo tuvo algo de especial en la capital. Idas, venidas, reencuentros, vueltas y despedidas, movidito vamos. Pero ante todo de Rock and Roll. Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.
Si el viernes 4, eran Silencio Absoluto quienes se subían a un escenario tras siete años de parón, el sábado los protagonistas eran los madrileños Encrudo, que tras una de etapa de reflexión de casi dos años decidían retomar su actividad musical, acompañados de amigos, en forma Red Hot Chili Tribu, grupo tributo a los Red Hot Chili Peppers, que cuenta con Juanma, antiguo guitarrista de Encrudo entre sus integrantes.
De Red Hot Chili Tribu la verdad es que no hay demasiadas cosas que contar, puede sonar a Perogrullo, pero hicieron lo que tenían que hacer, tocaron gran parte de los éxitos de la banda como By the Way, Snow, Californication, Give it way, Under the Bridge , Dani California u Otherside entre otras. Suenan bien, las canciones están trabajadas y se ve que se entienden bien. Para los fans de la banda angelina puede estar bien como sustitutivo. A mí personalmente cuando veo un grupo tributo me gusta que los músicos vayan caracterizados, al menos en parte, como a la banda que representan como The Bon Scott Band o Castigo, así que me sobraban camisetas y eché en falta bermudas, o que salieran en calzones como en aquel capítulo de Los Simpson.
Tras este aperitivo, el planto principal de la noche. Venían los Encrudo de estreno. De estreno en todos los aspectos. Por fuera, en el lado musical, con la incorporación de una nueva guitarra, Luis, que se une así a Jorge, Checho y Álvaro, con la que el grupo retorna al formato cuarteto, y por dentro, con una nueva actitud ante las vicisitudes de la vida.
No se veía, no se olía, no se tocaba, pero en la atmósfera había ganas de Encrudo, prueba de ello era el buen ambiente que presentaba Gruta 77 cuando pasada sobradamente la medianoche hacían su aparición los madrileños. Comienzo y “pumba”, la primera en la frente (para que nos libre Dios de los malos pensamientos), primer concierto de Luis, primera canción, y primera cuerda rota, tres en uno. Los nervios o quizá el excesivo ímpetu pasaron factura al novato, siendo así blanco fácil de bromas y befas, tanto por parte del resto de componentes del grupo, como del público, muchos de los cuales estaban allí expresamente para arroparle en este su bautizo. Por suerte, había una guitarra de reserva con la que se pudo salir del paso hasta que se subsanó el problema con la principal.
Más allá de pequeñas anécdotas, el concierto tuvo un poco de todo, repertorio bien equilibrado entre los dos discos del grupo, Grabado en los huesos y Andando a ciegas. Temas como La luna se desnuda, Acariciando Madrid o Colgados en el tejado servían tanto para ir animando al personal como para hacer entrar el calor al grupo, que en ningún momento perdió ese brillo en los ojos de quien hace algo con verdadera ilusión. Llegábamos así al primer hito de la noche, con la colaboración de Javi con el saxofón en Si no hay veneno. No sería éste el único invitado de los Encrudo en este concierto, poco después Álvaro del grupo Impulso se subiría tocar la guitarra y cantar en Juegos de Animales.
Llegado a este punto viviríamos uno de los momentos más emotivos de la noche, al menos en lo que a mí respecta. Al comienzo de esta crónica decíamos que ese fin de semana era de idas, venidas y despedidas. Y es que nuestra compañera y amiga, pero mucho antes amiga, Lara del Olmo, de insonoro.com, deja Madrid y regresa a su tierra junto a su pareja Iñigo, para comenzar una nueva andadura profesional. Desde Zona Ruido también queremos desearles lo mejor en esta etapa como hizo Encrudo al dedicar a ambos El primer mano a mano, ¡detallazo por su parte!
En este regreso de los madrileños, y según dijo Jorge, su bajista y vocalista, iban a hacer lo que les diera la gana y al menos en este concierto sí que cumplieron. Tras una breve pausa y tras el cual todo esperábamos el clásico bis, ellos sacaron las acústicas con las que Álvaro “Polluelo “y Jorge interpretaron una versión Mi primera combustión de Love of 
Lesbian así como Entre tú y yo.
Y ahora ya sí que sí, otro breve descanso, y culminar las casi dos horas de concierto con Ahora que nadie me escucha, La ciudad se esconde y despedirse con Hasta aquí hemos llegado ante un público al que le supo a poco y que pedía más.
Se hace difícil pensar una vuelta mejor, un público entregado, ambiente de rock y muchas ganas por parte de todos, público y músicos. Ahora, jugando en casa este resultado era previsible en cierta manera, ahora y siguiendo el símil futbolístico hay que refrendar los resultados en próximos partidos y continuar con el buen momento de forma. Todos sabemos que este era un día especial, pero ahora vendrá lo duro y hay que seguir, estaremos eso sí atentos para evaluar la actuación en situaciones venideras. Que no tengamos que esperar otros dos años.
- Olga Alonso
