El pasado jueves 11 de abril acudimos a la Gala 2013 de La Tuerka, una entrega de premios llena de música y de compromiso social y político, el evento tuvo lugar en la sala Rock Kitchen de Madrid.
La gala fue conducida en todo momento por Pablo Iglesias y el Nega, de Los Chikos del Maíz, que fueron entregando los premios Tuerka de Oro a las diferentes categorías.
El encargado de abrir la noche fue Mentenguerra, que con su rap reivindicativo fue amenizando la velada mientras la gente comenzaba a entrar en la sala. Sin embargo la gente se resistía a entrar y sobre todo a acercarse al escenario, y casi todo el concierto transcurrió con un exiguo público, algo que fue totalmente injusto para este primer artista. Aún con todo ofreció un directo fresco que acaparó la atención por completo de los allí presentes.
La segunda banda, Desechos, nos hizo cambiar totalmente de registro, y es que esta formación madrileña, con no pocos años de rodaje a sus espaldas, sabe cómo ofrecer una potente puesta en escena. Su música es una fusión en la que confluyen diferentes estilos, como el rap, el ska o el reggae, entre otros.
Ellos consiguieron ya, no sin pedirlo previamente, que la gente comenzara a arrimarse al escenario y que pudiera respirarse en el ambiente ese aroma a concierto que tanta falta iba haciendo. Rompieron el hielo a base de ritmos animados y con una constante interacción con el público, y es que Desechos demostraron que están curtidos en el escenario, destilando un directo movido y bailable aliñado con unos vientos que multiplican el efecto ska en cualquier concierto del género. Hubo tiempo para tocar alguna versión, y “Sarri Sarri” de los Kortatu se presentó por sorpresa para el deleite de todos.
Tras un directo que nos hizo entrar en calor, Desechos se bajaron del escenario para dejar sitio a los maestros de ceremonias, quienes procedieron a entregar los esperados premios. La Tuerka de Oro al mejor disco y formación musical fue para la gente de Habeas Corpus y Los Chikos del Maíz, y es que “Riot Propaganda” ha sido un fenómeno musical indiscutible que no deja de sorprender en cada uno de los conciertos que ofrece.
Hubo también premio para el actor Willy Toledo, que en su habitual tono reivindicativo y su envoltorio polémico salió a recoger su Tuerka, aprovechando la ocasión para lanzar un mensaje esperanzador a la izquierda de nuestro país, asegurando que “el miedo va a cambiar de bando” y ya está cambiando, frase que fue coreada y repetida en diferentes 
momentos de la noche.
En una sala ya abarrotada comenzó a sonar una melodía familiar, el escenario estaba vacío y las primeras notas de “Preludi” de Coratge empezaron a sonar, consiguiendo que la piel se nos pusiera de gallina hasta el momento exacto en que finalizó, y con su final aparecieron en escena Obrint pas.
Los valencianos entraron con ganas al escenario con su “Coratge” y la sala explotó en un pogo desenfrenado desde el primer momento. A partir de este momento fueron cayendo sus temas más celebrados de Coratge, combinados con otros más consolidados que ya no pueden faltar en sus directos.
Tocaron “La vida sense tu”, “El gran circ dels invisibles”, “Benvingut al paradis”, un momento para los ausentes con “I si dema no tornara”… Un disfrute constante y sin un instante para coger aliento, y es que Obrint pas saben poner toda la carne en el asador en sus directos.
No obstante, durante todo su concierto hubo un sentimiento que impregnaba el aire, y es que esa sensación de despedida nos inundaba a todos. Ellos mismos no pudieron omitirlo, y con gran emotividad transmitieron la noticia que ya no conocíamos hace unas semanas: Obrint pas se retira de los escenarios.
Miquel Gironés expuso con palabras ese sentimiento de despedida, aunque ellos lo definen en su gira con un simbólico “Seguirem”, dejando la puerta abierta a lo que pueda venir.
No faltaron en este impresionante directo grandes piezas como “Som”, “La flama”, “No tingues por”, “Si tanque els ulls” 
o “Del Sud”, que recoge totalmente su cariño hacia su tierra y hacia la libertad de la misma.
El final del concierto y de esta gala vino marcado por un “Zu atrapatu arte”, teniendo presentes de nuevo a Kortatu.
Un concierto lleno de emociones y de sentimientos encontrados, de la euforia de un directo impecable mezclada con la sensación de la inminente partida de unos grandes amigos.
Esperamos que ese “Seguirem” no sea únicamente simbólico, y que ese barco que ya surca los mares hacia quien sabe dónde regrese a nuestras costas más temprano que tarde.
Obrint pas, hasta pronto…
